10 países de América Latina y el Caribe sin recuperar empleos

La tasa de ocupación de 10 países de América Latina y El Caribe no había logrado recuperarse a niveles pre pandemia, para el primer trimestre de 2022, según el informe «Un crecimiento débil y crisis global frenan la recuperación del empleo en América Latina y el Caribe» que publicó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a inicios de septiembre.

En detalle, estos países son Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, República Dominicana, México, Nicaragua y Costa Rica.

En la mitad de ellos, la brecha es de alrededor del 5 % o mayor a ese porcentaje al comparar el primer trimestre de 2019 con el primer trimestre de 2022.

Solo Argentina, Bolivia, Uruguay y Jamaica habían recuperado su tasa de ocupación para el primer trimestre de este año, en comparación con el mismo período de 2019, según el análisis del Sistema de Información y Análisis Laboral de América Latina y el Caribe (SIALC), una dependencia de la OIT que se encarga de recopilar, procesar, sistematizar, difundir y mantener archivos de información socio-laboral de América Latina y el Caribe.

“Países con altas diferencias en tasa de ocupación respecto a 2019  experimentarían el cierre de brecha con tasas más altas de informalidad”.

«Cuando se comparan los indicadores laborales del primer trimestre de 2022 con los observados en el primer trimestre de 2019, se observa que la tasa regional de ocupación aún no ha recuperado plenamente los valores registrados tres años atrás, si bien la diferencia es pequeña», reza el documento, que es parte de la Serie Panorama Laboral en América Latina y el Caribe 2022 de la OIT.

Y agrega que: «tampoco se volvió a la tasa de participación económica promedio de aquel momento».

La tasa de ocupación es la población que trabaja como parte de la Población Económicamente ACtiva (PEA), mientras que la tasa de participación es la proporción de la población de un país que se encuentra en edad de trabajar y que participa activamente en el mercado de trabajo, ya sea trabajando o buscando empleo, explicó la economista Tatiana Marroquín.

La OIT señala en su informe que la tasa de ocupación regional en el primer trimestre de 2022 fue 57.2 %, la tasa de participación económica fue 62.1 % y la tasa de desocupación fue 7.9 %.

«Debido a que el rezago en la recuperación de la participación es mayor que en el caso de la ocupación,la tasa de desocupación regional registró una caída (de 8.7 % a 7.9 %) entre ambos momentos del tiempo», reza la publicación.

Para el organismo internacional, el hecho de que en la mayoría de los países la tasa de participación aún no se haya recuperado de forma plena en un contexto de ralentización de la creación de empleo incrementa las probabilidades de que la tasa de desocupación registre incrementos en el futuro cercano.

De los 14 países en mención, solo tres (Argentina, Bolivia y Perú) habían recuperado su tasa de participación económica para en el primer trimestre de 2022 con respecto a los niveles del primer trimestre de 2019.

Finalmente, la menor tasa de desocupación regional entre ambos trimestres solo se reprodujo en seis países. En los restantes ocho países este indicador, a comienzos de 2022, superaba el registro de comienzos de 2019.

“La tasa regional de ocupación aún no ha recuperado plenamente los valores registrados tres años atrás, si bien la diferencia es pequeña”.

En detalle, en Brasil y Costa Rica, por ejemplo, tasa de desocupación superó el 10 %, mientras que en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay se ubicó en el entorno del 7 % y el 8.5 %.

Por otra parte, los países que aún exhiben diferencias importantes respecto del volumen de ocupaciones registrado en 2019 podrían experimentar un cierre de esta brecha con tasas de informalidad más elevadas que las observadas en ese año.

Más aún, en algunos países de la región el empleo formal ha registrado un bajo dinamismo o incluso contracciones durante el primer semestre de 2022.

La tasa de informalidad regional en el cuarto trimestre de 2021 fue de casi 50 %, cercano al registro de 2019.

«O sea, casi uno de cada dos trabajadores en la región es informal», advierte el reporte de la OIT.