América Latina y el Caribe pueden liderar la transición verde y justa con el apoyo de la Unión Europea
Hoy enfrentamos un importante desafío global. Necesitamos actuar decididamente para cumplir el objetivo de contener el aumento de la temperatura global en 1, 5º C, que nos exige, hoy más que nunca, actuar de forma unificada para lograrlo. Por esto, encuentros como el de esta última Semana Regional del Clima de América Latina y el Caribe resultan cruciales. Nos hemos reunido en la Ciudad de Panamá junto con actores clave de la acción climática, procedentes de ambas regiones, para dialogar sobre cómo aunar nuestros esfuerzos, a fin de implementar medidas y acciones efectivas que nos permitan avanzar hacia una transición climática justa y socialmente inclusiva, que no deje a nadie atrás.
En ese sentido, como Unión Europea, y en línea con nuestra renovada agenda de asociación con la región, anunciada en la pasada Cumbre UE-CELAC, hemos tomado parte de conversaciones en temas centrales, como la transición energética justa y la participación e involucramiento de la juventud, ejes importantes de nuestra acción en la región.
Lograr la transición energética verde requiere una mayor ambición colectiva, y para eso estamos impulsando inversiones que no solo contribuyan a descarbonizar el mix energético y mejorar la seguridad energética, sino que también aborden retos socioeconómicos como las desigualdades existentes. Así, como parte de la agenda de inversión Global Gateway, ya se han identificado 135 proyectos emblemáticos en los que cooperar y movilizar inversiones, entre los cuales se encuentran numerosos proyectos relacionados con el ámbito energético, porque queremos seguir apoyando las inversiones en energía sostenible.
Esta agenda europea busca abordar las necesidades de infraestructura de la región, creando valor añadido local y promoviendo el crecimiento, el empleo y la cohesión social, de manera conjunta con todos los actores. Por ello, es un compromiso político para trabajar juntos, identificando oportunidades de inversión justas y verdes en América Latina y el Caribe, que ayudarán a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Pero no podremos lograr solos esta movilización de inversión y capital: necesitamos dar voz a más socios e involucrar a otros actores, especialmente al sector privado.
La buena noticia es que el increíble potencial de energías renovables de la región se traduce en numerosas oportunidades de inversión en energía sostenible que van desde la generación de energía renovable, la transmisión, la distribución, la eficiencia energética, hasta el acceso a la energía y, más recientemente, el hidrógeno verde. Para esto, tenemos que crear un entorno más propicio para que la industria invierta en América Latina y el Caribe. Este es el núcleo de nuestra estrategia Global Gateway.
A través de nuestro programa Euroclima estamos trabajando ya intensamente en este sentido con países de ambas regiones, para que puedan implementar las estrategias necesarias para transformar sus matrices energéticas y generar condiciones habilitantes que faciliten su desarrollo.
Otro tema central para nosotros es involucrar y conectar a los jóvenes con plena participación en la vida democrática, especialmente en temas clave como el cambio climático y el avance de estrategias que permitan alcanzar los objetivos globales del Acuerdo de París.
Por ello, también hemos participado activamente en los diálogos sobre este tema. Desde el programa Euroclima y la Unión Europea, a través de su plan de Acción para la Juventud, se reconoce la importancia de ofrecer un marco político que establezca asociaciones estratégicas con la juventud. Este plan de acción promueve la participación y el empoderamiento significativos de todas las personas jóvenes, teniendo en cuenta su voz y reconociendo la relevancia de su participación en el futuro hacia el empleo verde y la transición justa.
La manifestación más clara para avanzar en el apoyo a la juventud en la región es el diseño e implementación de las Estrategias Nacionales de Empoderamiento Climático a través de la línea de Acción del programa Euroclima en respuesta al artículo 12 del Acuerdo de París, enfoque que hoy trabajamos en países como Chile y Uruguay y que queremos ampliar a otros países de la región.
De cara a la COP28, América Latina y el Caribe tienen el potencial de asumir un rol estratégico en liderar una transición verde y justa. Esperamos que los diálogos en la Semana del Clima nos permitan continuar avanzando en enfrentar la triple crisis, que abarca desafíos de clima, biodiversidad y contaminación, y reflejan un compromiso amplio de parte de ambas regiones para el cumplimiento de nuestros objetivos, y la consecución de un desarrollo realmente sostenible.