Bloqueo camaronero a México, afecta las exportaciones hacia Estados Unidos.
Las redes nacionales no cumplen con los requisitos en cuestión ambiental
El camarón mexicano no puede entrar al mercado estadounidense por el momento. La razón: las redes camaroneras de altamar no cuentan con la tecnología para evitar la pesca incidental de tortuga marina. El problema es mayúsculo en temas ambientales y económicos; la solución, recae en un verdadero ánimo por mantener prácticas de pesca sustentables en los mares mexicanos.
Esto es lo que debes saber sobre el embargo recién impuesto a la pesquería del camarón mexicano; no podrá ser importado ni cruzar la frontera en ninguna de sus presentaciones. Este castigo comercial es resultante dé una demanda impuesta ante la Comisión de Cooperación Ambiental que evidenció la falta en la implementación de Dispositivos Excluidores de Tortugas Marinas (DET) en la flota camaronera mexicana de altamar, lo que estaría generando mayores casos de captura incidental de tortugas marinas durante labores de pesca.
La muerte por pesca incidental de 889 especímenes de tortuga marina (Caretta caretta) registradas en el Golfo de Ulloa, Baja California Sur, e iguales circunstancias encontradas en diversos puertos mexicanos durante misiones de inspección de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) generaron este reporte en contra de la pesquería nacional.
La restricción comercial se hizo efectiva a partir de abril mediante un anuncio dado por el Departamento de Estado en el aviso público 11419. Éste enuncia el retiro de la certificación a la pesquería de camarón debido a que su programa de protección de tortuga marina no es comparable al ejercido por Estados Unidos.
El impacto será enorme: según datos del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) existe una flota de 850 barcos dedicados a la pesca de camarón en el Pacífico mexicano; el 88% concentrados en los estados de Sinaloa y Sonora. Siendo el camarón un producto de exportación —el consumo per cápita en México es aún bajo— impactará en una industria que genera hasta 300 millones de dólares al año y da empleo a 37 mil personas de manera directa e indirecta.
Los principales estados afectados son Sinaloa, Sonora, Nayarit, Oaxaca, Baja California y Baja California Sur.
México está obligado, tanto por mandato constitucional —Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y la Ley General de Vida Silvestre—, como por su compromiso a nivel internacional siendo firmante del T-MEC con Estados Unidos y Canadá, a proteger las especies en riesgo como la tortuga marina. La “falta de aplicación efectiva de legislación ambiental para proteger y conservar la tortuga caguama”, como se lee en la petición presentada por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y Center for Biological Diversity ante la Comisión de Cooperación Internacional, dieron las bases legales al gobierno de Estados Unidos para estudiar el caso y con nuevos datos a la mano, justificar el embargo al camarón mexicano.
Ciertamente la notificación cae como balde de agua fría al sector camaronero que ya había sufrido un primer embargo limitado a la pesca del crustáceo en el Alto Golfo de California, en este caso particular, debido a la ineficiencia del gobierno de México en proteger a la vaquita marina de las redes de pesca ilegales causantes de su muerte.
El titular de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), Octavio Almada Palafox, aseguró en un comunicado que el país se encuentra en un diálogo cercano con sus congéneres de Estados Unidos, llegando a resultados prometedores; en primera instancia para la pesca ribereña de camarón que, posiblemente, no entraría en la desertificación debido a que no comparte el mismo uso de redes de arrastre que los barcos de altamar.
No obstante, el titular reconoce la urgencia de generar e implementar un plan de acciones preventivas y correctivas que permitan certificar ante Estados Unidos los esfuerzos enfocados hacia la pesca sustentable del crustáceo y con ello levantar el embargo a la flota camaronera de altamar para la próxima temporada.
Fuente: DOSSIER POLITICO