Boom Supersonic quiere volar a cualquier parte del mundo en menos de cuatro horas, por US$ 100
El sector de la aviación está en crisis, hay un impulso global para reducir las emisiones de carbono, y muchos de nosotros no hemos pisado un avión o abrazado a nuestros seres queridos que viven lejos en más de un año.
Revivir el sueño del viaje supersónico que murió con el retiro del Concorde hace casi dos décadas parece, de entrada, una fantasía extravagante.
El avión británico-francés Concorde, uno de los dos únicos aviones supersónicos que han operado comercialmente, voló de 1969 a 2003 y resultó ridículamente caro y un desastre para el medio ambiente.
Pero ahora un nuevo grupo de empresas emergentes está trabajando en proyectos supersónicos e hipersónicos. El pasado mes de octubre, la empresa Boom Supersonic fue la primera en lanzar un avión de demostración en condiciones reales, el XB1.
CNN travel se reunió con su fundador y CEO, Blake Scholl, para hablar de Overture, el avión comercial de Mach 2,2 que quiere poner en el aire en 2026, y de los ambiciosos planes a largo plazo de la empresa.
«O fracasamos o cambiamos el mundo», dice Scholl en una videollamada desde Denver, Colorado.
No ha habido ninguna aceleración importante en los tiempos de viaje desde la era del jet de los años 50 y 60, y su equipo espera cambiar eso.
«Esa barrera de tiempo es lo que nos separa. Creemos que es muy importante romper la barrera del tiempo, más que la del sonido».