Caimán sorprende con amago de abandono en ‘El Conquistador del Caribe’
Se llama Rodrigo Gutiérrez de Pozas, aunque todos le llaman Caimán porque de niño su madre siempre le ponía polos de Lacoste. El riojano ha dado muestras de poseer un excelente sentido del humor a lo largo de la aventura caribeña, pero los nervios parecen haberle jugado una mala pasada. En ‘El Conquis’, Patxi Alonso mostraba unas imágenes del joven con un cabreo mayúsculo. Al parecer le había desaparecido alguna prenda de vestir y protestaba por ello. «Me la suda que me graben, estoy hasta la polla ya», se quejaba ante las cámaras. Uno de los redactores del concurso ahondó en el tema y el de Foncea estalló: «Pídeme un vuelo que me quiero ir». El profesional preguntó entonces por qué y Caimán respondió con cierta guasa: «Motivos personales». Lo cierto es que el mosqueo duró poco y el muchacho amagó su abandono con la boca pequeña, aunque sus compañeros se sobresaltaron al escucharlo.
Los azules recibieron con alborozo la llegada de Arruti y Unai a su campamento, pese a que tienen un pique enquistado con las verdes. A Bego no le gustó nada que Andrea escogiese a Unai para el duelo con el objetivo, según la expulsada, de debilitar al máximo a sus contrarios. «Si tú te quieres ir no tienes que arrastrar a alguien que quiere quedarse», afeaba la capitana del grupo mixto. Andrea, ya en plató, rebatía las declaraciones. «Lo que dice me parece que no tiene ningún sentido. Yo no me quería ir, lo que pasa es que no podía subir la cuerda. Si ella puede, la aplaudo», explicaba. Pero los corocotes no están con ella. «Esa chavala no ha ido a jugar, ha ido a tocar los cojones. Ya sabemos que las verdes jugarían a eso», anunciaban irritados. Está claro que el pique entre azules y verdes está en lo más alto.
Andrea protagonizó gran parte del debate que conduce Alonso. «Una de mis preocupaciones era qué se iba a ver de mí. Que me vean como una llorica me da igual, soy una persona que muestra sus sentimientos», argumentaba la donostiarra que recibió un aprobado por parte de la audiencia, a la que gustó su paso por la aventura. La joven ha sabido superar sus inseguridades y demostrarse a sí misma que vale más de lo que creía. No es fácil aguantar tantos días en el programa. «Mis amigas me daban tres días y llevo una docena. He estado intentando aguantar por ellos y por mí», exponía emocionada.
Queda por ver cómo se compenetran las capitanas veteranas con los nuevos invitados. En el equipo rojo, Andrea lo tiene claro. «Tomaremos las dos juntas las decisiones y si Arantxa intenta ponerse por encima de mí, igual tenemos un problema», advertía. Entre Nahia y Binbi no hay obstáculos porque destilan una química especial, lo que no está claro es la compatibilidad entre Bego y el Lobo. El próximo juego de inmunidad pondrá a prueba su entendimiento porque toca la prueba del hámster –«con algunas variaciones», precisaba David Seco- y los y las líderes tendrán un protagonismo especial.