“Estamos aquí para ratificar nuestra solidaridad Cuba, Nicaragua y Venezuela”, dijo Sydney a su llegada al Palacio de la Revolución, donde sesionará durante la jornada la XXI Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP.
Estados Unidos en su calidad de anfitrión de la reunión hemisférica decidió excluir a Managua y Caracas, y en cuanto a la participación Cuba el coordinador de la cumbre, Kevin O’Reilly, dijo que depende de la decisión de la Casa Blanca.
No obstante, ante la irregularidad del proceso de invitación y el trasfondo político de las decisiones, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, descartó su participación en la reunión hemisférica que sesionará en la ciudad estadounidense de Los Ángeles del 6 al 10 de junio.
Las exclusiones de la IX Cumbre de las Américas creó serias divisiones entre los países del continente al respecto del carácter inclusivo del encuentro.
Cuestionamientos y el rechazo de gobiernos, líderes políticos y sociales, y organismos de articulación política como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y el ALBA TCP siguieron al anuncio de representantes de la Casa Blanca sobre la exclusión de los referidos países.
En ese sentido destacan la decisión de no asistir a la cita del presidente de Bolivia, Luis Arce, y los constantes reclamos al gobierno de Estados Unidos a reconsiderar esa postura por parte de los países integrados a la Comunidad del Caribe, y los jefes de Estado de México, Honduras y Argentina, entre otros.
Por su parte a la Cumbre del ALBA-TCP asisten jefes de Estado y de Gobierno, ministros y otros dignatarios de los países integrados a ese bloque de articulación política creado en 2004 con el objetivo de fomentar el desarrollo sobre las bases de la solidaridad, la complementariedad, la justicia y la cooperación.