Cementerios de la zona rural están olvidados y en ruinas
A unos cuantos días del 1 y 2 de noviembre, los camposantos están invadidos por la maleza y las tumbas abandonadas.
La mayoría de los aproximadamente 70 panteones rurales del municipio de Othón P. Blanco se encuentran abandonados y enmontados, y son los mismos habitantes quienes hacen la limpieza previa al Día de Muertos, pero sin el apoyo de las autoridades, ya sea estatal o municipal.
Cindy Balam Tillet, delegada de la comunidad de Ucúm, señaló que la mayoría de los panteones rurales difícilmente estarán en condiciones el 1 y 2 de noviembre que se celebra la llegada de los fieles difuntos, fecha en la que miles de personas arriban a los cementerios para estar cerca de sus seres queridos.
Pese al intento de algunos delegados y subdelegados por convocar fajinas para mantenerlos limpios, la mayoría de estos camposantos están en total abandono, debido a que no son parte del registro contemplado por las autoridades municipales.
Es por ello que con los recursos que recolectan todos los años, llevan a cabo el mantenimiento necesario para tener un panteón en buenas condiciones y con la finalidad de que la comunidad pueda llegar a visitar a sus fieles difuntos sin contratiempos.
“No hay apoyo de otra índole para poner orden el terreno donde las personas llegan a velar en esta temporada a sus fieles difuntos”.
Externó que son ellos mismos quienes brindan seguridad al recinto y realizan las tareas de fumigación y chapeado, entre otras cosas, como la colocación de una cerca perimetral, por lo que ellos buscan mantener el panteón en buenas condiciones para que sea visitando.
Enfatizó que los recursos que necesitan para llevar a cabo un mantenimiento correctivo y mantener a flote el camposanto, son muy difíciles de conseguir.
Mencionó que desafortunadamente, al no tener el apoyo de las autoridades, sobre todo en estas fechas, es probable que no haya mucha asistencia, ya que, en los últimos años la llegada de personas ha caído, ya sea por las malas condiciones del lugar o la falta de interés de los ciudadanos por continuar con las tradiciones mexicanas.
En un recorrido realizado por los panteones rurales, se constató que la mayoría lucen abandonados, pues no hay comités ciudadanos que puedan regir el destino de estos lugares. Además, hay tumbas de más de 50 años que han sido abandonadas por sus familiares.
Tan solo en la ribera del río Hondo hay al menos 15 panteones, en donde la comunidad es la que se encarga de realizar las tareas de mantenimiento, pero no siempre todos participan.
Fuente: Novedades Yucatán