Congrí de Cuba con aromas del Caribe

El congrí exhala aromas del Mar Caribe. Mezcla apropiada de frijoles colorados y una revoltura del arroz que troca, en el proceso de cocción, su palidez original por un mestizaje típico para esa receta, dicen chefs.

Se trata de un plato acostumbrado en países antillanos, donde se le acompaña con trozos de carne o pellejos de cerdos bien fritos (chicharrones). La grasa chorreada de forma discreta y cualquier bebida fría complementa la exquisitez del paladar.

Pero tras esa forma de comer hay toda una historia y hasta

denominaciones diferentes en naciones latinoamericanas o de otras regiones del planeta, donde las leguminosas constituyen una forma básica de consumir proteína vegetal.

Los frijoles, por ejemplo, son conocidos en Perú, Argentina y Chile como Porotos, sean Burros (grises), o manteca, y en Venezuela se les llama Caraotas, de distintos tipos.

Pero a la hora de cocinar Congrí, sin embargo, solo se precisa del fríjol colorado, fresco (pongamos media libra), agua, ají, cebolla, ajo, sal, especias… Y una buena experiencia gastronómica.

En los estados caribeños es harto conocido, pero sobre todo en Puerto Rico, Santo Domingo, Bahamas, en Haití y, con fuerza en Cuba, donde se considera una receta muy popular, casera, pero también aparece en restaurantes de lujo.

Para algunos estudiosos esta forma de comer arroz con frijoles tiene sus orígenes en África, debido a la composición de tal palabra a partir de los vocablos Congo y Riz.

Ambas formulaciones provienen del Creole, uno de los dialectos mas difundidos entre los haitianos, a quienes se les atribuye la paternidad mejor probada de dicha receta. Realmente Congrí quiere decir Congos con Arroz y cuentan las leyendas que surgió del apuro de un improvisado cocinero.

En Cuba, por ejemplo, durante la guerra de independencia en el siglo XIX, librada frente a las tropas españolas, alguna gente llamaba a este estilo de comida Voluntarios y Bomberos.

Tal alusión era debido a que los primeros eran blancos y los segundos negros, según narra un libro de cocina de la prestigiosa dietista cubana ya fallecida Nitza Villapol.

Es bueno precisar que el Congrí es colorados con arroz, mientras otro plato parecido, Moros y Cristianos, se confecciona a partir de frijoles negros, también con arroz.

Varios conocedores del tema recomiendan sofreír primero la gramínea cruda en un poco de grasa antes de mezclarla con el fríjol.

Esta forma de preparar la comida se conoce desde la época de los esclavos africanos traídos a América, y era muy común en las fincas que se sirviera el Congrí en las mesas de los patrones hispanos, a partir de la propuesta de algún cocinero congo o lucumí.

Los amos rechazaron al principio la forma de cocinar de sus esclavos, pero más tarde el delicioso sabor, el método para condimentar y lo novedoso de aquellos platos fueron atrapando a todos, como ocurrió con el Congrí, que ahora pasa como receta muy especial para el turismo.