Consejos para ‘engancharte’ al deporte
El ejercicio físico es fuente de salud y bienestar, pero es recomendable seguir unas pautas para que su práctica -y los consiguientes beneficios asociados a la misma- se prolongue en el tiempo
Llega el buen tiempo, empezamos a pensar en el momento de ponernos el traje de baño y pisar la playa… Son muchas las personas que a estas alturas del año se plantean la necesidad de hacer deporte y ponerse en forma. Los beneficios de abandonar la vida sedentaria para nuestro organismo son numerosos pero ¿cómo conseguir crear el hábito de hacer ejercicio e incorporarlo a nuestro estilo de vida? El especialista en Medicina Deportiva de IMQ, Pablo Aranda, nos da algunos consejos para lograr este objetivo.
Póntelo fácil y sé realista
Parece una obviedad pero para incorporar la práctica deportiva en nuestro día a día el primer paso es ser realistas. «Hay que buscar un deporte que nos guste, nos motive pero que nos vaya a resultar fácil realizar», señala el doctor Aranda. «Si quiero nadar pero no tengo una piscina cerca de casa, tal vez sea más sencillo empezar por apuntarme al gimnasio del barrio».
También debemos ser conscientes de cuál es la forma física de la que partimos. «Si llevamos tiempo siendo sedentarios no podemos pretender empezar por hacer actividades de alta exigencia como el crossfit, tan de moda actualmente».
Empieza de forma gradual
A menudo, tomamos la decisión de hacer deporte, nos compramos el equipamiento y nos emocionamos. «No podemos pretender correr una carrera desde el primer día. Hay que empezar de forma gradual y ser constantes», explica el responsable de la Unidad de Medicina Deportiva de IMQ Zorrotzaurre. Lo ideal es llegar a entrenar una media de una hora tres días por semana. De esta forma podremos conseguir los beneficios a nivel físico (fortalecer el sistema cardiovascular, huesos y articulaciones, control de peso…) y mental (manejo del estrés, mejora de la autoestima…) que nos aporta el deporte.
¿Qué deporte elijo para empezar?
Si no hay una práctica deportiva que nos motive de antemano lo más sencillo es andar. Pero… ¿andar es un deporte? No, si nos dedicamos a parar cada dos por tres para mirar escaparates. Sí, si lo hacemos de forma continua y a buen ritmo. Caminar no requiere habilidades especiales, ni un condicionamiento avanzado o algún equipo especial. Todo lo que se necesita es un buen par de zapatos o zapatillas y ropa cómoda.
«Si mantenemos la constancia, caminar se nos quedará corto y el cuerpo nos pedirá empezar a correr», explica Pablo Aranda. «A partir de ahí, empezamos a combinar andar y correr en un mismo entrenamiento hasta ser capaces de correr sin que el cuerpo sufra. Y con el tiempo podemos plantearnos metas asequibles como participar en una Herri Krosa que nos ayude a motivarnos».
Con amigos
Otra manera de motivarnos es hacer deporte en compañía. Aunque la pandemia ha puesto limitaciones en este sentido, compartir nuestra afición con un amigo o amiga puede ayudarnos a no fallar al entrenamient