Crisis de desapariciones alcanza a Chiapas, 45% son niñas, niños y adolescentes
Diez desapariciones a la semana de personas menores de 18 años; 1,831 en cuatro años, con un crecimiento sostenido desde 2018. La crisis de desapariciones alcanzó a Chiapas, y son las niñas, niños y adolescentes sus principales víctimas.
Hasta hace pocos meses, en esta entidad ubicada al sur de México, crear comisiones ciudadanas de búsqueda, organizaciones de familias de desaparecidos, u organizar foros para poner el tema en la agenda pública, no era una necesidad.
Ahora, imágenes de personas desaparecidas se ven en puentes y espectaculares, mientras fichas de búsqueda se multiplicaron en las páginas de redes sociales.
Esta semana, se reunieron en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas organizaciones de la sociedad civil y familiares de personas desaparecidas, con grupos de búsqueda de otros estados y países, para compartir prácticas de organización y estrategias para trata de encontrar a sus familiares.
¿Qué cambió en Chiapas?
Victórico Gálvez Pérez, abogado del Centro de Derechos Humanos para Bartolomé de las Casas (Frayba), una de las organizaciones participantes en el encuentro, explicó que en el centro humanitario se ha multiplicado la llegada de familiares que buscan a sus desaparecidos.
Vienen de municipios como Palenque, Ocosingo, Pantelhó, Chenalhó, Chicomuselo, Comitán, La Trinitaria, Sabanilla y San Cristóbal de Las Casas, entre otros. El Frayba tiene contabilizados 1,249 casos entre adultos y menores de 18 años; el 75 por ciento han desaparecido en lo que va del sexenio.
En estos casos, explicó el abogado, las personas desaparecidas a las que han orientado, provienen en su mayoría de zonas rurales e indígenas, particularmente de municipios donde grupos del crimen también han incrementado su presencia y acciones.
“Desde el Frayba se ha venido documentando que hay un detonante común en esta crisis de personas desaparecidas en Chiapas, con situaciones como la que sucede en la región de la frontera (de Chiapas con Guatemala), donde hay un aumento de la presencia de grupos del crimen”.
Opacidad gubernamental
En Chiapas, las organizaciones que en la defensa de los derechos humanos han tenido que atender casos de desapariciones, también han elaborado su propia numeralia, porque la Fiscalía de Justicia de Chiapas no incluye todos los informes y casos en Registro Nacional de Personas Desaparecidas, además que tiene un manejo azaroso de las fichas que coloca en su página web y redes sociales.
Por ejemplo, la organización Voces Mesoamericanas Acción con los Pueblos Migrantes ha documentado 350 casos de jornaleros agrícolas chiapanecos desaparecidos cuando han migrando en búsqueda de trabajo. Esta organización mantiene la búsqueda activa de poco más de 80 de ellos, la mayoría de las veces sin la colaboración de las autoridades.
Sandyvell Reyes, integrante de Voces, explicó que una de las causas por las que las personas hoy desaparecidas migraron, es “por los desplazamientos forzados, los desplazamientos forzados a causas de violencias, tanto la que ejercen las propias instituciones como la que genera la fractura del tejido social”.
En cualquiera de los casos, refiere que “está aumentando la desaparición de personas de Chiapas y no se les está buscando por parte de las instituciones. Han sido las familias quienes emprenden las búsquedas”.
En Chiapas familiares formaron la organización Junax Kotantik.
Niñez, 10 desapariciones a la semana
La organización Melel Xojobal, que trabaja a favor de los derechos de niñas, niños y adolescentes, ha documentado los casos de niñez desaparecida en Chiapas. Hizo un recuento numérico basado en las fichas de búsqueda que la Fiscalía de Chiapas publica en su página de Facebook; y un análisis de casos.
“En el periodo 2018 a 2021 contabilizamos 1,831 desapariciones de menores de 18 años. Destaca que hay un incremento sostenido en este periodo, porque en 2019 hubo 183 desapariciones, y a partir de ahí la cifra fue multiplicándose cada año. Es decir, pasó de dos casos a la semana en 2018, a 10 casos a la semana en 2022”, explicó Jennifer Haza.
Y aún si sólo se considerara las desapariciones que el gobierno de Chiapas ha colocado en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, el 45 por ciento de estos reportes son de niños, niñas y adolescentes, lo que coloca a Chiapas en el cuarto lugar nacional de menores de 18 años desaparecidos.
La edad más frecuente de desaparición es 15 años, y son las mujeres adolescentes las que más desaparecen. Otro detalle que habla sobre la grave situación que se vive en Chiapas es que, a nivel nacional, dos de cada diez personas en este rango de edad siguen desaparecidas, pero en el estado esta cifra se incrementa a tres de cada 10.
Los principales lugares de desaparición son Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas, Tapachula Comitán y Palenque.
Jennifer Haza explicó que si bien están la sustracción de niñas y niños por situaciones o conflictos de tutela de patria potestad, también son sobresalientes los casos de reclutamiento forzado por parte de grupos del crimen, y para huir de contextos de violencia, como estrategia de sobrevivencia.
Añade: “con las familias que hemos acompañado vimos que la Fiscalía deja de investigar cuando estas niñas, niños y adolescentes son localizadas, y no registra si fueron víctimas de algún delito, lo que a paso a la impunidad y la continuación de las desapariciones; lo que se puede ver porque no hay una sola sentencia”, detalló.
“¿Por qué desaparecen las niñas niños? ¿Con qué fines? -se pregunta- aquí ni la Fiscalía contra la desaparición forzada, ni la Comisión Estatal de Búsqueda, tiene una unidad de análisis de contexto. Necesitamos saber qué está sucediendo”.
Opacidades y negligencias
Durante la reunión de organizaciones de la sociedad civil y familiares de personas desaparecidas, se habló de las carencias que las instituciones gubernamentales tienen para agilizar los procesos de búsqueda, pero también de la opacidad y negligencia de autoridades, de prácticas racistas y discriminatorias hacia las familias que buscan, por ser en su mayoría de origen indígena y rural.
Se hicieron propuestas como la de dotar a las instituciones de búsqueda de mayores recursos, capacitación, y crear por ejemplo una unidad de análisis de contexto para ubicar las estrategias de búsqueda de acuerdo a la situación que se está viviendo en Chiapas, como es el incremento de la violencia generada por grupos del crimen organizado.
Familiares de desaparecidos y organizaciones sociales pidieron a las instituciones de Chiapas y del gobierno federal reconocer la problemática y trabajar en conjunto para encontrarles y para detener la crisis.