«Escudo», el documental que realza la importancia de los manglares del Caribe

Los manglares y los arrecifes del Caribe son «muros vivos» contra el aumento progresivo de huracanes protegiendo a las comunidades aledañas, pero desde hace años la acción humana los está destruyendo, un asunto que aborda de lleno el nuevo documental del español Mario Cuesta.

«Basta un arrecife y un manglar para que el huracán no pegue tan duro», comenta a Efe en la Ciudad de Panamá el director y productor de documental «Escudo – El muro vivo del Caribe», actualmente en rodaje.

El documental explica la evolución social, económica y ecológica de la costa caribeña a través de un recorrido en el tiempo, de la mano de los científicos de Corescam, un proyecto que estudia la estabilidad de los ecosistemas costero-marinos de Centroamérica y el Caribe ante el incremento de eventos climáticos extremos.

«Se está detectando un aumento en la intensidad y la frecuencia de los fenómenos climático extremos, en gran medida huracanes pero también sequías, como sucede en Panamá», añade Cuesta, también guionista especializado en divulgación de naturaleza, ciencia y medioambiente.

El equipo de «Escudo» ya ha filmado en México y Panamá, y también grabará en Florida (EE.UU), Puerto Rico y Dominica, los países que conforman el «arco» de Caribe, para estrenar el documental en 2023.

LA RESILENCIA Y LA IMPORTANCIA DE LOS MANGLARES Y ARRECIFES

«Se trata de ver cómo estos ecosistemas tienen una labor de escudo natural, son lo que reciben el primer golpe de un huracán aliviando el impacto de las infraestructuras, y cómo se han ido debilitando por la acción humana», explicó Cuesta.

La destrucción o merma de los manglares no solo provoca que «cuando venga un huracán tengan menos capacidad de absorber la energía», sino que además tiene consecuencias en las rutas migratorias de las aves.

Las rutas migratorias del norte al sur de América, cruzando por el Caribe, «pueden verse afectadas por el incremento de los huracanes porque las empujan fuera de su ruta y afecta a los lugares donde se alimenta y posan», detalla el director.

«Cuando más necesitamos a estos ecosistemas, es cuando menos disponemos de ellos», añade.

EL EMPODERAMIENTO DE LAS COMUNIDADES GRACIAS A LA CIENCIA

«Las comunidades, asesoradas por científicos, se han convertido en rescatadores de sus zonas de manglar y arrecifes», especifica Cuesta.

El documental también recoge las iniciativas comunitarias que protegen a estos sistemas caribeños para recuperarlos y evitar un mayor deterioro.

El director relata que en México hay una «conciencia muy fuerte en personas muy humildes de la importancia del manglar para su bienestar».

«Se han convertido en personas que reivindican el territorio, se han dado cuenta de que la única manera de que no construyan es dejando claro que eso pertenece a su municipalidad, quizás sea un pueblo sin muchos recursos pero dejan claro que el manglar es suyo», afirma.

Respecto a Panamá, Cuesta define a esta capital como un fenómeno que «da vueltas a la cabeza porque una gran metrópolis está rodeada de manglares, es un caso único y excepcional del Caribe».

«El manglar tiene algo de hostil para el ser humano, no puedes caminar por el, lleno de criaturas peligrosas, y la ciudad es el lugar más antrópico. Entonces, es ver que los dos mundos más extremos están conviviendo», señala.

LOS CIENTÍFICOS: DEL LABORATORIO A LA ACCIÓN

«Creo que hemos pasado de una época donde se han hecho muchos documentales de medioambiente con una perspectiva de activismo ecologista, pero ahora entra una nueva etapa que es la ciencia comprometida», apunta.

Cuesta cuenta que «ya no es el científico de laboratorio que lanza unos datos, sino que cada vez se comprometen a través de sus cifras, interpelan a los poderes públicos, se convierten en comunicadores porque quieren transformar su conocimiento en acciones».