Frente frío este fin de semana en Yucatán
El frente frío 27 se estacionó al oriente de la Península de Yucatán, sobre el Caribe, y permanecerá así hasta su disipación, programada para este sábado, por lo que continuarán las lloviznas y bajas temperaturas en Yucatán.
La Unidad de Protección Civil (Procivy) informó que este viernes se mantendrán los nublados y precipitaciones moderadas con chubascos, en el oriente y sureste, así como ligeras y dispersas, en el centro y poniente.
Mañana sábado también se esperan lluvias por aporte de humedad del mar y temperaturas desde 30 hasta 32 grados. Las bajas serán de 16 a 18 grados en el centro y sur; y más de 18, en el norte y la costa.
Este domingo 29 de enero se prevé ambiente caluroso y bajo potencial pluvial, con máximas entre 33 y 35 grados, y mínimas iguales que la jornada previa.
Otro frente frío la próxima semana
El siguiente frente llegará durante la noche del jueves 2 de febrero o al amanecer del viernes 3. Hasta ahora, todo apunta a que aportará norte de leve a moderado, sin descensos significativos en los termómetros.
A la fecha han ocurrido 12 de los 24 frentes pronosticados para la entidad en este invierno: para enero, se previó cinco y ya llegaron cuatro; hacia febrero, se espera tres; en marzo, cuatro; dos, en abril, y hay uno programado para mayo.
Lluvias disminuyeron sequía
Los frentes fríos que, durante este mes, entraron a Yucatán, trajeron más beneficios que perjuicios, sobre todo en las áreas rurales y el campo, con más lluvias que el promedio de un mes típico como este, aseveró el titular de Procivy, Enrique Alcocer Basto.
Lo anterior, pues los frentes fríos se asocian con vaguadas, cargas de humedad y nortes, provenientes del Mar Caribe.
Se espera el informe oficial de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para apreciar cuán positivos son los parámetros para el Estado.
Alcocer Basto detalló que el frente número 27, en curso, originó lluvias ligeras en el poniente del territorio y fuertes en el oriente, centro y sur.
Las lluvias de dicho frente, tuvieron un acumulado de 70.8 litros por metro cuadrado en Valladolid, 68 para Tizimín y 43 en Peto, lo cual favoreció la agricultura de temporal y la ganadería, a la vez que propició recargas en los mantos acuíferos.