Frutas del Caribe para combatir la diabetes y el envejecimiento

A partir del conocimiento popular del uso de plantas en la medicina tradicional de distintas culturas, podemos identificar en los laboratorios compuestos bioactivos que pueden ser alternativas terapéuticas para diferentes enfermedades. Esta oportunidad se nos presenta con la flora del Caribe, una región geográfica con una biodiversidad única y con registros sobre el uso popular de plantas con propiedades medicinales desde hace más de tres décadas.

En un reciente estudio colaborativo junto a investigadores de esta región, hemos analizado siete especies de plantas autóctonas, productoras de frutos comestibles como anacardos, aguacates o guayabas, que se emplean en la medicina tradicional caribeña y que pueden integrarse en nuestra dieta y ser una fuente de nuevos fitocompuestos con principios bioactivos efectivos para tratar y prevenir la Diabetes mellitus y sus complicaciones asociadas.

Así, por ejemplo, el melón amargo (Momordica charantia) se ha utilizado tradicionalmente para tratar la diabetes. Los anacardos, frutos de Anacardium occidentale, presentan un bajo índice glucémico, por lo que podrían ayudarnos a modular los niveles de azúcar en sangre. Igualmente, a los aguacates y guayabas, frutos de Persea americana y Psidium guajava, respectivamente, se les asocian propiedades para controlar la glucemia. Sin embargo, es necesario continuar con el trabajo experimental para respaldar con evidencias científicas el uso de estas plantas e identificar la cantidad y los medios de administración óptimos para aprovecharnos de sus propiedades.

Complemento

Junto al equipo del doctor Gerardo Cebrián Torrejón, del laboratorio COVACHIM-M2E de la Universidad de las Antillas, ubicado en Guadalupe, una de las Antillas francesas en el mar Caribe, hemos identificado las propiedades de estas plantas que podrían potenciar los efectos de los tratamientos farmacológicos convencionales frente a la diabetes. Estas especies caribeñas presentan propiedades antihiperglucémicas, hipolipidémicas, protectoras pancreáticas, antioxidantes y similares a las propiedades de la insulina. Por ello, podrían constituir una fuente de recursos naturales para combatir la diabetes.

Para aportar evidencias científicas que describan el potencial real de la capacidad antidiabética de estas especies, nuestro proyecto colaborativo está enfocado, como primer punto de partida, al procesamiento y análisis de extractos de estas plantas. Nuestros hallazgos nos permitirán, en primer lugar, identificar fitocompuestos protectores y, en una segunda fase, desarrollar estrategias para su síntesis y formulación.

Antienvejecimiento

Nuestra colaboración desde la CEU UCH con la Universidad de las Antillas no solo se centra en el potencial antidiabético de estas plantas. También queremos explorar la capacidad antienvejecimiento de estos fitocompuestos, que puedan ser utilizados en futuras investigaciones centradas en este ámbito. Como equipo investigador, nuestro objetivo es detectar elementos de la dieta que pueden frenar el declive funcional que sufren nuestros tejidos y órganos, asociado a la edad y también a diferentes enfermedades.

Publicaciones previas sobre flora caribeña ya nos muestran que extractos o frutos de algunas de estas especies podrían ayudarnos a mantener activos los sistemas de limpieza celular, cuya actividad disminuye con la edad. Así, estos compuestos podrían ayudarnos también a ralentizar el envejecimiento y combatir enfermedades asociadas a la edad.