Hipertensión infantil: ¿Cómo detectar a tiempo esta enfermedad en niños?

Lo creas o no, los niños también pueden experimentar hipertensión, incluso los más pequeños.

Dependiendo de la edad que tenga, se puede dar una explicación al origen de esta condición. Normalmente los niños más pequeños tienen hipertensión producida por una enfermedad u otro diagnóstico. Pero también pueden presentarla por las mismas razones que los adultos: sobrepeso, mala alimentación o falta de ejercicio.

El control es fundamental en estos casos porque es la mejor forma de detección y diagnóstico, ya que de otra manera es muy difícil de detectar. Algunos de los síntomas asociados a la hipertensión son el dolor de cabeza, sangrado de nariz, zumbido en los oídos y taquicardia.

Para evitarlo, primero es importante tener en consideración los antecedentes familiares, si usted o un pariente directo ha sido diagnosticado con hipertensión, las posibilidades que su hijo también tenga. Pero existen factores de riesgo que sí son controlables.

La idea es hacer de este una rutina diaria, que sea entretenido o útil. La doctora Galeotti recomienda practicar un “un deporte, realizar una maratón familiar, cambiar el auto por la bicicleta”.

Disminuir el consumo de sal es una de las principales recomendaciones. Además, se debe aumentar el consumo de frutas, verduras y el consumo de pescado por sobre a las carnes rojas. Estos cambios pueden ser complicados para los niños que están acostumbrados a consumir comida chatarra, por lo que la doctora Galeotti recomienda hacerlos parte de los nuevos hábitos saludables, por ejemplo, cultivando la comida (aunque sea en porciones muy pequeñas).

La comida saludable no tiene por qué ser mala, pero la idea es tomar las mejores decisiones en cuanto a nutrición. Lo mejor es priorizar snacks con altos porcentajes de proteína, como los huevos y harinas integrales

Los niños están en etapa de crecimiento, por lo que no solo deben dormir mucho, también tienen que dormir bien. Limitar el uso de pantallas es una forma de ayudar a descansar el cerebro de los niños.