Importancia de la nutrición de las terneras doble propósito en la región caribe colombiana
Frente al mal manejo alimenticio que se les ofrece a las crías lactantes en el sistema doble propósito, existen alternativas de suplementación que pueden generar respuestas efectivas y aumentar la rentabilidad de la empresa ganadera
Los sistemas de producción ganadera en Colombia se manejan generalmente en sistemas basados en el pastoreo; sujetos a los cambios climáticos tropicales que ocasionan una gran variación en el aporte de nutrientes en la alimentación de los bovinos, debido a los cambios en la cantidad y calidad del pasto (Arenas et al., 2010).
En la Región Caribe colombiana se presenta un déficit de alimento para el ganado durante la época seca, debido a que la oferta de forrajes es baja en calidad y cantidad, trayendo como consecuencia pérdidas de peso, bajas en la reproducción y en la producción de leche y la muerte en algunos casos, generando grandes pérdidas económicas a los productores (Reza et al., 2003; Tatis, 2005).
En esta región los sistemas de producción de doble propósito son predominantes; los productores usualmente prefieren obtener la mayor cantidad de leche posible para mejorar el flujo de caja, descuidando el manejo y alimentación de los terneras (Alvarado et al., 2003).
La expresión doble propósito describe literalmente el proceso técnico de producción, toda vez que la vaca y el ternero constituyen durante el período de amamantamiento una unidad biológica y natural de producción de la cual se obtiene adicionalmente leche durante ese período (Schellenberg y Hans, 1985).
Uno de los principales problemas que se presenta con las crías en este sistema productivo es el desequilibrio en el aporte de nutrientes necesarios para un adecuado crecimiento.
La principal causa es el mal manejo alimenticio que se les ofrece debido a varios factores, entre los que se destacan el exhaustivo ordeño al que son sometidas las madres, lo que disminuye la oferta láctea hacia la cría, y, por otro lado, los extensos horarios de encierro al que son sometidos los terneros menores de 4 meses luego de que se separan de las vacas, ya que pueden permanecer sin alimento hasta por 17 horas, o bien parte de este tiempo, pastando en áreas contiguas a los corrales o casa con baja disponibilidad de forraje (Prieto et al., 2010).
De persistir estas debilidades se continuarán presentando problemas de nutrición, que conllevarán a bajas ganancias diarias de peso, bajos pesos al destete, edad tardía al sacrificio, mayor incidencia de problemas sanitarios, alta mortalidad y un precio reducido a la venta; por su parte las futuras hembras de remplazo, se caracterizarán por llegar tarde a la edad de la pubertad y del primer parto, dando pocos terneros durante su vida productiva (Prieto et al., 2010).
Varias alternativas han sido propuestas para dar solución al problema, entre éstas la suplementación, donde el uso de residuos de la agroindustria, granos de cereales y concentrados comerciales, se encuentran dentro de las opciones disponibles (Patiño et al., 2012).
No obstante, los recursos forrajeros tropicales juegan un papel fundamental en la nutrición de rumiantes, debido a que han desarrollado una relación benéfica mutua con sus microorganismos y enzimas para utilizar los carbohidratos presentes en la pared celular de los forrajes (Wilkins, 2000).
Los parámetros zootécnicos, pueden modificarse a beneficio del ganadero, implementando alternativas de alimentación en las crías lactantes, con la finalidad de incrementar su desarrollo en las producciones de doble propósito, predominantes en la región (Viloria, 2004).
Alternativas de suplementación a las crías lactantes
Dentro de las alternativas de suplementación a las crías lactantes tenemos la sal mineralizada, bloques multinutricionales, mezclas de melaza con urea, la sal mineral proteinada y siendo de gran importancia la utilización de Forrajes de alto valor proteico como las hojas de Moringa, Morera, Botón de Oro, Matarratón, Leucaena, Guácimo y Totumo, los cuales se convierten en una opción viable debido a su bajo costo de producción y el elevado aporte nutricional que hacen, afectando positivamente la respuesta productiva de los animales.
Este tipo de estrategias pueden generar respuestas efectivas en las terneras debido a la mejora del peso al destete, disminución de la edad de la novilla para iniciar la vida productiva y la edad al sacrificio de los novillos, lo que permitiría aumentar la rentabilidad de la empresa ganadera.
Qué necesita saber para tener éxito en un programa de suplementación animal
Sin embargo, para tener éxito en un programa de suplementación animal, cualquiera que sea, es necesario que el ganadero conozca cómo, cuándo y dónde implementar la estrategia, para esto, es fundamental que el comportamiento ingestivo animal sea considerado, ya que, cuanto más se aleje el manejo alimenticio de los hábitos normales de los animales, mayor será el riesgo de fracaso y no alcanzando los objetivos trazados con la suplementación (Ortega et al., 2009).
Esta es una problemática muy común a nivel nacional e internacional y en todos los sistemas de producción vacuna, donde algunos productores realizan programas de alimentación sin tener en cuenta los hábitos alimenticios de los animales. Lo anterior es de gran importancia en los sistemas vacunos doble propósito, donde el 90% están constituidos por pequeños y medianos productores, que viven directamente de esta actividad agropecuaria.