Islas Caimán: a una hora de Miami, así es el paraíso más secreto del Caribe
Lo primero que se puede pensar al mencionar las Islas Caimán es que son un paraíso fiscal. Pero este archipiélago de tres pequeñas islas ubicado en el medio del Mar Caribe es mucho más que eso.
Sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, su variada y exquisita propuesta gastronómica, sus hoteles 5 estrellas, sus atardeceres naranjas sobre el mar, su ritmo lento y su espíritu relajado las convierten en un lugar soñado de vacaciones, muy diferente a otros destinos del Caribe.
Ubicadas entre Cuba y Jamaica, a una hora en avión desde Miami, son ideales para quienes buscan descansar en un tranquilo y seguro archipiélago paradisíaco sin resignar lujo máximo, pero también relajado.
Al entrar al Aeropuerto Internacional Owen Roberts, lo primero que se puede ver no son publicidades de bancos, sino el cuadro con la foto de la reina Isabel II de Inglaterra. Las Islas Caimán son un territorio británico de ultramar, el mismo estatus que tienen las Malvinas. En un momento de su historia (a partir de 1863) fueron administradas por el gobierno de Jamaica, pero cuando ese país logró la independencia en 1962, optaron por volver a depender de la Corona british.
Más allá del inglés como idioma oficial, el orden y la impecable limpieza -y de que se maneja por la derecha, claro- en las islas se respira un hospitalario espíritu caribeño con una mezcla de acentos latinoamericanos.
En las Caimán viven casi 70.000 personas, predominantemente en Gran Caimán, la más grande de las tres islas, donde se concentra toda la infraestructura turística; alrededor de 2.000 residen en Caimán Brac y unas 100 habitan en Pequeña Caimán, un paraíso casi virgen donde se practica esnórquel y buceo.
Lo llamativo de este dato es que, a pesar de tener una población tan pequeña, la diversidad de nacionalidades es enorme: se pueden encontrar residentes oriundos de más de 100 países diferentes, lo que le aporta al territorio una marcada impronta internacional.
LA CAPITAL CULINARIA DEL CARIBE
Las Islas Caimán se enorgullecen de ser «la capital culinaria del Caribe». Y hay una razón que justifica tal denominación: la gran variedad de influencias que conforman la escena gastronómica local, que va desde los sabores de Jamaica -su vecino del sureste- hasta los innumerables chefs que han venido de más lejos.
Además de contar con este condimento internacional, las islas se diferencian de muchos lugares del Caribe donde abundan las propuestas all inclusive. Acá el lema es salir a explorar y para eso hay una infinidad de bares y restaurantes que ofrecen diferentes ambientes, propuestas y presupuestos. No faltan los desayunos buffett o a la carta, las cenas (se suele salir a comer entre las 19 y las 20 horas) y el famoso -y sagrado- brunch de los domingos.
Algo distintivo de Caimán es que los hoteles cuentan con una excelente propuesta gastronómica y tienen sus puertas abiertas a no huéspedes. El Ritz-Carlton Grand Cayman y el Kimpton Seafire Resort + Spa son dos referentes de esta tendencia.
Este último es un hotel 5 estrellas que cuenta con tres restaurantes: Coccoloba, ubicado sobre la línea de playa, con un ambiente informal y un menú inspirado en comida mexicana, ideal para saborear frente al mar; Ave, donde los productos locales se fusionan con recetas de la costa mediterránea; y Avecita, abierto sólo de noche, con una propuesta de tapas españolas.
El concepto farm to tabble también pisa fuerte en Caimán. El restaurante referente es Brasserie, que lleva 27 años de trayectoria y 5 con una huerta en su jardín donde cultiva todo lo que sirve en la mesa. Hierbas, vegetales, verduras, huevos orgánicos de su propio gallinero y hasta miel en su propio colmenar. Es el lugar perfecto para probar productos frescos de temporada con un menú que cambia a diario en base a lo que la huerta tenga para ofrecer.
Desde luego, los pescados y mariscos son los protagonistas indiscutidos de la isla. Se pueden saborear langostas, langostinos gigantes, ceviches, tatakis y otras delicias locales y frescas como el Mahi Mahi (un dorado) en diferentes preparaciones. Tres lugares muy recomendados para probar estos platos son Morgan´s Seafood, una marisquería con un patio divino que da al puerto; Lobster Pot y The Wharf, donde algunas noches se puede escuchar (¡y bailar!) salsa.
Otro referente del mix de cocinas que se vive en las islas es Agua, un restaurante top en la zona de Camana Bay que fusiona sabores de la gastronomía italiana con la peruana. Son imperdibles el pulpo, la causa limeña con langosta y el plato de atún rojo. Para cerrar la noche con unos ricos cócteles y música de jazz en vivo, vale la pena pasarse al bar Next Door, ubicado justo al lado.
¿QUÉ HACER EN LAS ISLAS CAIMÁN?
Las islas son un destino de playa y buceo por excelencia, pero también ofrecen arte, cultura, naturaleza y novedosas propuestas de wellness. Hay tanto por ver y hacer que el tiempo ideal de estadía es entre 5 y 7 días.
Por un lado, Seven Mile Beach es el tesoro más preciado de las Caimán. Considerada por la comunidad de TripAdvisor como una de las playas más lindas del mundo, tiene 5,7 millas de extensión de pura arena blanca y mar turquesa súper calmo. Es la mejor zona donde alojarse en la isla y cuenta con muchos hoteles con salida directa a la playa.
Por el otro, Stingray City es la ‘ciudad de las mantarayas’ y la excursión más famosa de las islas. Muchas compañías, como Captain Marvin´s, organizan tours de medio día con paradas intermedias de snorkeling para conocer este alucinante lugar.
Stingray City se encuentra en aguas poco profundas del noroeste de la isla, donde se forman bancos de arena que ofician de hogar de cientos de mantarrayas. Estos animales se mueven en el agua turquesa como manchas negras flotantes, son amigables, se acercan y deslizan sus cuerpos planos entre la gente que disfruta de interactuar con ellas dentro del agua.
Mi guía, un chico nicaragüense, asegura que la experiencia es totalmente segura. Incluso, cuenta que ‘darles un beso’ es un ritual de buena suerte. Para quienes no se animen a tanto, contemplarlas desde el barco también es una buena opción ya que el agua es tan transparente que se las ve con total nitidez.
Al caer la tarde y bajar el sol hay dos lugares a donde se puede ir a pasear: uno es su capital, George Town, rodeada de arquitectura tradicional y tiendas donde hacer compras libres de impuestos; y el otro, Camana Bay, un elegante y moderno barrio con locales comerciales de renombradas marcas, una marina y muchos restaurantes.
En el último tiempo en Caimán también han ido creciendo las propuestas de wellness. El Grand Cayman Marriott Beach Resort cuenta con un spa donde ofrece diferentes tratamientos y masajes para relajar la mente, el cuerpo y el alma. Y el Seafire Resort, además de spa, cuenta con diferentes actividades para sus huéspedes como clases de yoga en la playa o dentro del mar, arriba de tablas de paddle board.
Otros puntos turísticos dentro de Gran Caimán son:
el Jardín Botánico Reina Isabel II
el castillo Pedro St. James, donde se puede conocer la historia política y cultural de la isla
el National Gallery, con una colección de arte pop
la destilería Cayman Spirits Company, para conocer el proceso de elaboración y degustar rones nacionales
el Cayman Turtle Centre, que desde 1968 se dedica a criar, investigar y liberar tortugas marinas en el océano
Otra opción es un paseo en helicóptero para sobrevolar la isla y ver desde arriba la amplia gama de azules y verdes del mar. La empresa Cayman Helicopters ofrece vuelos desde 15 minutos para un mínimo de 4 y un máximo de 6 personas. Una experiencia de lujo para dimensionar el tamaño y la geografía de la isla.
Las islas son reconocidas como uno de los mejores sitios de buceo en el mundo por estar rodeadas de arrecifes de coral.
Para quienes quieran bucear o hacer esnórquel es difícil elegir cuál es el mejor spot: en Gran Caimán hay impresionantes paredes, arrecifes poco profundos y restos de naufragios históricos; en Cayman Brac, un barco de guerra ruso hundido y arrecifes donde viven bancos de peces; y en Little Cayman, túneles y grietas de todos los tamaños que conducen a la mayor atracción: Bloody Bay Wall.
¿Cómo llegar?
Llegar a las Caimán es muy sencillo desde Miami, Estados Unidos, con un vuelo que dura un poco más de una hora. La cercanía entre ambos destinos se vuelve un combo infalible de playas y compras.
Desde Argentina, el viaje se puede hacer con American Airlines, la única aerolínea que tiene vuelo directo a Miami (9 horas) y luego una conexión a Gran Caimán (1 hora y 20 minutos).
Vale aclarar que si bien los turistas argentinos no necesitan visa para ingresar a las Islas Caimán, sí tienen que contar con la visa estadounidense o un pasaporte europeo (y el permiso ESTA para ingresar a Estados Unidos).
¿Cómo moverse?
Gran Caimán tiene 196 kilómetros cuadrados. La mejor manera de explorarla es en auto o scooter, y para eso hay muchas compañías de alquiler. Hay que tener en cuenta que al ser territorio británico, se maneja por la derecha. También hay buses (unas especies de combis que van por toda la isla) y taxis. Mediante la app CIGO Taxi Fare se pueden calcular las tarifas del viaje.
¿La mejor época para viajar?
La isla tiene temperaturas de entre 25 y 30 grados durante todo el año. La considerada temporada alta va de noviembre a fines de abril, pero todos los meses son buenos para viajar.
¿Qué moneda se usa?
Las islas tienen su moneda oficial, que es el dólar caimanés. Sin embargo, todos los comercios aceptan dólar estadounidense y tarjetas de crédito.