La Dama Blanca, pez endémico de Yucatán amenazado por la contaminación
Las entrañas de las lajas yucatecas albergan especies que no siempre captan la atención de quienes las visitan. Tal es el caso de la Dama Blanca (Typhliasina pearsei), un peculiar pez endémico de la península de Yucatán cuya principal característica es su ausencia de globos oculares.
Como muchas otras especies, la Dama Blanca se encuentra en constante amenaza a causa de diversos tipos de contaminación que imperan en los cenotes que pueblan la geografía peninsular, situación que podría poner en peligro su equilibrio ecosistémico, advirtió el Maestro en Ciencias, Alfredo Gallardo Torres.
Observada por primera vez en las grutas de Balankanché -de donde ha desaparecido por estas mismas razones- la Dama Blanca es un pez de agua dulce que únicamente puede encontrarse en las cavernas y cenotes de los estados de Quintana Roo y Yucatán.
Son peces pequeños, con una longitud menor a 10 centímetros y una de sus principales características es que son anoftálmicos, es decir, no tienen ojos, añadió el profesor, quien también funge como curador de la Colección Ictiológica Regional de Referencia de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación (UMDI) Sisal.
“Al carecer de pigmentos, su color es blanco, es de ahí de donde toma su nombre”, sentenció.
La Dama Blanca no se encuentra necesariamente a grandes profundidades, hay variaciones. En Yucatán, por ejemplo, los primeros avistamientos de esta especie se dieron en zonas someras, o sea, en aguas poco profundas.
“No obstante, en Quintana Roo, en donde los sistemas cavernarios son distintos a los de Yucatán, se han encontrado a profundidades de hasta 70 metros. Otros reportes más recientes indican que se ha avistado este pez a profundidades aún mayores”, explicó.
Estos organismos son ciegos debido a que los hábitats en donde pueden encontrarse carecen de luz, lo que les permite prescindir de los ojos. Se apoyan de otros sentidos como la línea lateral; o percepciones químicas y olfativas para detectar sus presas.
“Muchos de los organismos de los que se alimenta la Dama Blanca también comparten esta característica”, abundó el maestro Gallardo.
En cuanto a su alimentación, el académico comentó que su dieta está basada en organismos troglobios -que se han adaptado a la vida cavernícola- y crustáceos que suelen habitar dichos cuerpos de agua.
Depredador tope
En los sistemas cavernarios que habita, no suele haber mucha diversidad de organismos y la Dama Blanca es el depredador tope de su ecosistema en condiciones no perturbadas. A este pez nadie se lo come, por lo menos en Yucatán.
“Eso no significa que no tenga amenazas”, aclaró. “En los sistemas de cuevas de Quintana Roo, por ejemplo, se ha visto que a veces entran otras especies que no son ni de cavernas, ni de cenotes y podrían estar depredándolas”, agregó.
En lo relativo a su reproducción, Alfredo Gallardo expuso que es un pez de fecundidad baja. Algo curioso, mencionó, es que se trata de una especie perteneciente al grupo de las brótulas vivíparas, que dan a luz a sus crías; a diferencia de la mayoría de los peces, que son ovíparos.
Al tratarse de especies que no abundan en el ecosistema, no existe mucha información respecto a ellas. Gallardo Torres atribuyó lo anterior a que habitan sitios que no siempre son de fácil acceso; o sus poblaciones se merman a razón de la contaminación.
“Aquí tenemos un problema muy grave con los cenotes que son usados como depósitos de basura; y hablamos de organismos muy sensibles. Entonces en algunos lugares en donde se tenía registro de su existencia, han desaparecido por estos procesos de contaminación”, lamentó.
En la Lista Roja de Especies Amenazadas, la Dama Blanca figura como una casi amenazada. Esta categoría se le asigna, detalló, ya que algunas de las localidades en donde se ha registrado su presencia se encuentran dentro de áreas protegidas.
“Pero hay mucha información que se desconoce. No sabemos si las poblaciones se han incrementado o han disminuido. Mucha de la información es ‘anecdótica’ de espeleobuzos que reportan que ya no las ven tan abundantemente como antes”, dijo.
Al tratarse de un depredador tope, la Dama Blanca funge como controladora de otros organismos que se encuentran por debajo de su nivel trófico. Muchos de los crustáceos de los que se alimenta, a su vez se alimentan del guano de murciélagos, lo que propicia un flujo de energía en el ecosistema.
“Hay mucho que desconocemos sobre esta especie y si no establecemos acciones para cuidar los cenotes y limitar la contaminación del manto freático podríamos estarnos perdiendo de cosas que no conocemos”, concluyó el maestro Gallardo.
Tamaño: Menos de 10 centímetros
Hábitat: Cenotes y cavernas de Yucatán
Características: Pez de agua dulce, anoftálmico
Alimentación: Organismos troglobios y crustáceos
Reproducción: Ovíparo; de dos a tres crías
Fuente: La Jornada Maya