La Salud Mental en los deportistas de Alto Rendimiento

Psicólogo Clínico, Psiquiatra y Psicólogo del deporte, fundamental en la vida del deportista.

Como te hemos informado previamente en Yucatán a la mano, los juegos olímpicos de Tokio 2020 se están llevando a cabo, y un tema que ha salido a relucir es el retiro de la gimnasta Simone Biles.

En los hombros de esta gimnasta se cargaba la presión puesta por todo un país, y al realizar unas primeras ejecuciones en las eliminatorias, no tan “Perfectas” como en otras ocasiones, y después de sufrir una lesión, decidió retirarse.

Mucho se ha dicho después de su retiro de la competencia, hay deportistas que afirman que “La presión es un privilegio”, mientras que, por otra parte, atletas le aplauden y agradecen sus agallas de hablar sobre la salud mental.
Lo cierto es que su participación en estos juegos olímpicos es histórica.

Yucatán es uno de los estados con mayor cantidad de suicidios a nivel nacional, y la salud mental es un problema latente en el estado, pero que sigue siendo tabú, por ello platicamos con el Dr. Luis Quintal Chacón, Maestro y doctorado, psicólogo de medallas de oro nacionales y campeones internacionales, quien nos dio su postura sobre el tema del retiro de SImon Biles:

Sin duda el retiro de la Gimnasta Simone Biles ha causado gran revuelo en el mundo, pues su inédita decisión de retirarse la sitúa en la lógica del fracaso al rendirse sin pelear, pero al mismo tiempo en su Mayor Éxito al ser la protagonista y líder de un cambio de paradigma en la historia del deporte, el del ser humano y su salud mental por encima del simple éxito deportivo. Enfoque con el cual como Psicólogo y Deportista (Cinturón Negro en Karate) estoy absoluta y totalmente de acuerdo, como argumento contundente les compartiré tan solo dos experiencias en esta ciudad: La Primera, daría una charla Psicológica a unos basquetbolistas que irían a una final y me senté en las gradas a esperarlos mientras se desarrollaba un entrenamiento de Gimnasia a niñas de aproximadamente 6 años, ante mi asombro la maestra empieza a gritarles con un tono francamente violento y denigrante, que eran unas brutas, que no servían para nada, que las castigaría con ejercicios fuertes, etc. Lo que más me sorprendió sin embargo fue que las madres de las niñas presenciaban todo como si fuera normal.
La Segunda, me encontraba en mi consultorio atendiendo a una chica de 24 años quien acudía por fuertes problemas emocionales, maltrato, codependencia de su pareja y adicción a drogas, la chica me decía mientras se secaba las lágrimas: “Atribuyo mis problemas a que en mi niñez mis papás me llevaban a clase de gimnasia donde me destruyeron la autoestima, me dejaban horas de horas y las maestras hacían de las suyas maltratándonos, nos decían brutas, deformes, panzas de perro, estas gorda y nada haces bien…”.

Sin duda las gimnastas de estos dos casos obtuvieron durante su carrera medallas y junto con sus familiares y entrenadores sonrieron y festejaron, pero estoy seguro que el daño psicológico, aunque invisible con toda seguridad habrá cobrado una factura muy muy cara y lo más triste que seguirá en latencia esperando algún estresor para generar una crisis. Es por casos como estos que, aunque un poco tarde, estas palabras de Simone al retirarse de la Competencia: “Solo pienso que la salud mental ahora mismo es más importante en los deportes” tienen un gran peso y hay que luchar como sociedad para que lleguen a las conciencias de deportistas, entrenadores y padres de familia.

La pasión y disciplina de Simón la hicieron llegar a los Juegos Olímpicos de Japón con resultados impresionantes, como sus siete títulos nacionales, cinco campeonatos mundiales y cinco medallas olímpicas, además de estar en el selecto grupo mundial que ha recibido registro a su nombre por crear movimientos de altísimo grado de dificultad. Sin embargo también cargaba con una pesada mochila para su corta edad como: haber competido sin medicación y con dolor por una piedra en el riñón, su fobia a las abejas, lesiones, estrés post traumático por el abuso sexual por parte del ex médico del equipo de gimnasia Larry Nassar, tensión, ansiedad y fuerte trastorno nervioso en la propiocepción (bloqueo mental con pérdida de la capacidad del cuerpo de coordinar ubicación y movimiento) que ella evidenció con sus nunca vistos movimientos erráticos y su declaración de: “Nunca me había sentido así” “luchando contra todos los demonios” “problemas con los twisties, literalmente no puedo distinguir entre arriba y abajo. Es la sensación más loca que jamás haya tenido.”. Lo cual sin duda ponía en riesgo su integridad y su vida.

Mi opinión profesional es que para ese grado de afectación psicológica en tanto tiempo no es suficiente recurrir a un Psicólogo del Deporte sino derivarla a un Psicólogo Clínico y este darle un manejo simultáneo con un Psiquiatra ya que es muy posible que requiera medicación.
Finalmente considero importante afirmar lo siguiente:
Lo mejor es el enfoque preventivo, de tal manera que desde los deportistas pequeños se debe dar psicoeducación a los padres y entrenadores a fin de evitar este tipo de daños psicológicos.

Reflexionar y ajustar las expectativas que se tienen los padres sobre los hijos, ya que sobre todo a edades primarias lo más saludable es el enfoque de jugar para socializar y divertirse más que la alta competencia.

Analizar honestamente si no estamos trasladando nuestros frustrados deseos deportivos a nuestros hijos y si no estamos siendo en lugar de saludables amigos jueces duros y tóxicos ante el desempeño de nuestros hijos.
El enfoque adecuado es el Éxito del Crecimiento Personal y como consecuencia este mismo genera el Éxito Deportivo y no al revés.