La verdad de las cápsulas de café.
Un estudio revela todo lo que debes saber de esta bebida
Cuando uno compra café en cápsulas de alta intensidad es habitual pensar que se trata de la opción con más cafeína, pero nada más lejos de la verdad. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha revelado reciente que este término sirve a las marcas para clasificar todas sus especialidades, pero que es independiente a la cantidad de cafeína que presenta el producto.
Los expertos aclaran que la intensidad es un concepto que solo se usa en la cata de café para determinar sus características gustativas y olfativas, es decir, el grado con el que percibimos los aromas en nariz y en boca. Hay diversos factores que influyen, como el origen del grano, el tipo de molido y de tueste, el método de extracción, el agua, la limpieza de la cafetera, la cantidad de café molido y el tiempo de infusión.
La variedad del café es otro de los condicionantes que influyen en la intensidad, y los más habituales son robusta y arábica. Explican que un café 100% robusta puede triplicar la cantidad de cafeína, mientras que el arábica es más ligero, con un sabor más ácido, afrutado y complejo. Si se combinan ambas variedades, el producto resultante suele ser más amargo y áspero, con sabores terrosos y de frutos secos.
Dependiendo del fabricante, la intensidad puede anunciarse de distintos modos, sea con adjetivos (fuerte o intenso, por ejemplo) o con números. Pero como este término, cuentan los expertos, no es un parámetro estandarizado, cada marca utiliza su propia escala; lo que significa que, aunque compartan números o adjetivos, dos cafés de distintos fabricantes pueden tener una intensidad totalmente distinta.