Langosta, especie migratoria que se mueve a lo largo del Caribe
Más allá de un suculento platillo, la langosta espinosa (Panulirus argus) ha sido fundamental tanto para el ecosistema marino como para varias generaciones de humanos, declaró Gonzalo Merediz Alonso, director ejecutivo de Amigos de Sian Ka’an.
Resaltó que la langosta del Caribe, llamada también cabezona, langosta burro o langosta espinosa del Caribe, es la especie productiva más importante de Quintana Roo.
“Representa la mayor producción pesquera en todo el estado, es una especie migratoria que se mueve a lo largo del Caribe”, sostuvo.
Explicó que este crustáceo durante el día busca zonas con sombra y eso ha ayudado notoriamente para la pesca, como en Punta Allen, porque los pescadores en los parcelamientos que han hecho del fondo del mar y que se reparten entre ellos ponen unas trampas que se llaman “casitas cubanas” para atraer a la especie.
Dijo que este mecanismo justamente genera una sombra donde las langostas pueden entrar y salir libremente.
“Entonces durante el día la langosta se refugia en esa sombra, de manera que el pescador puede llegar y capturar la con facilidad, y si el pescador no bajó ese día a pescar, la langosta puede salir libremente en la noche y continuar su migración sin ser atrapada”, expuso.
Comentó que son trampas benignas que facilitan la pesca, pero garantizan la sobrevivencia de las langostas que no sean pescadas.
Sostuvo que este método es un elemento muy importante para la sustentabilidad de la pesca en Sian Ka’an, porque además los pescadores son muy cuidadosos de asegurarse que no se pesque fuera de la época de la veda, que es de marzo a julio.
Expuso que los langosteros también respetan que las especies capturadas tengan la talla adecuada, sean adultas, que ya hayan tenido oportunidad de reproducirse y que no sean hembras cargadas con huevos.
“Justamente el respetar a las langostas que no se han producido y a las hembras cargadas pues garantiza la reproducción de la especie y la sustentabilidad del recurso”, acotó.
Consideró que tras varias décadas de la pesca de esta especie hay balance positivo al lograr un desarrollo económico y social de los pueblos pescadores y la conservación mediante una pesca sustentable.
Entre sus características principales, detalló que esta langosta mide hasta 60 centímetros de largo, tiene dos espinas grandes apuntando hacia adelante como cuernos y alcanza profundidades de hasta 90 metros.
Explicó que esta especie migra en grandes grupos, formando largas filas a lo largo del suelo marino y esas filas pueden constar de hasta 50 langostas. Su color generalmente es verde oliva o marrón, con manchas color crema desparramadas sobre el caparazón y de cuatro a seis manchas grandes amarillo crema en el abdomen y sin pinzas.
Tienen antenas del primer par delgadas, color negro o marrón oscuro; segundo par más largo que el cuerpo y cubiertas con espinas apuntando hacia adelante. Prefieren sitios con algún tipo de cobertura, alrededor de arrecifes de coral o artificiales y entre raíces de manglares.
Dijo que la langosta espinosa puede vivir hasta 20 años, mientras que la madurez reproductiva la alcanzan a la edad de dos años, con un período de gestación promedio de un mes.
Indicó que este crustáceo se alimenta de algas, caracoles, cangrejos y otros organismos que viven en el fondo del mar. Su presencia es un indicador de la salud y la biodiversidad del arrecife.
Por su parte, Alejandro Velázquez, quien heredó de su padre el oficio de capturar langosta, comentó que ha visto una gran diversidad de ejemplares de esta especie. Apuntó que llevan varios años de haber dejado de usar ganchos, y ahora usan las trampas que colocan al fondo del mar y posteriormente usan redes para capturarlas y llevarlas vivas a las lanchas.
“Nos adaptamos a las llamadas casitas cubanas y la adopción de la red para pescar la langosta en lugar del gancho y eso es más fácil para nosotros incluso”, expuso este pescador de la comunidad de Punta Allen, municipio de Tulum.
Precisó que los pescadores tienen dos medidas: 400 gramos o 13.5 centímetros para que la langosta sea idónea para capturar en la zona.
“Cuando vendíamos únicamente la cola, pues medíamos los 13.5 de largo de la cola y pesando ese tamaño nos da 400 gramos de langosta. Hay que considerar que nosotros nos encontramos en una bahía, nuestra langosta no es grande como las de Cozumel o Xcalak, que son de 600 gramos para adelante. Esas medidas son las que tenemos en la zona y las respetamos desde hace décadas”, comentó.