México distribuirá la “vacuna latinoamericana” a finales de mayo después de semanas de atraso

El proyecto de México y Argentina para repartir hasta 250 millones de dosis de AstraZeneca en la región despega tras el desabastecimiento y la tardanza en el suministro de los viales

La “vacuna latinoamericana” de AstraZeneca por fin tiene fecha de distribución. Después de semanas de retraso, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, ha confirmado este lunes que los primeros lotes ya han sido producidos y serán liberados para su aplicación este mes. Por su parte, el presidente argentino, Alberto Fernández, ha concretado que será sobre finales de mayo. Esta nueva fecha, que supone al menos un mes de demora con respecto al plan original, coloca ya en la línea de salida al ambicioso acuerdo entre México y Argentina de repartir 250 millones de dosis en la región. Hasta ahora, ningún vial de esta vacuna se había aplicado y el acuerdo solo había dejado acusaciones cruzadas entre los socios.

El pasado verano, AstraZeneca y la Universidad de Oxford anunciaron que serían dos laboratorios latinoamericanos quienes se encargarían de producir y suministrar su vacuna en la región. El argentino mAbxience, del grupo Insud, fabricaría la sustancia activa de las dosis, y el mexicano Liomont completaría el proceso de acabado y empaquetado. En medio, la fundación del magnate mexicano Carlos Slim financiaría los altos costes de producción. El plan, vendido como un éxito de la alianza forjada entre Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández, se ha topado estos meses con el desabastecimiento y la tardanza en el suministro de los viales.

Desde febrero, millones de vacunas contra la covid-19 fabricadas en Buenos Aires aguardaban en almacenes. No podían utilizarse porque la planta de Liomont, en Ocoyoacac (Estado de México) carecía de insumos básicos como filtros, bolsas estériles, viales o excipientes biológicos para terminar el producto. En un primer momento la demora se achacó al desabasto global de productos. Sin embargo, poco después, el empresario Hugo Sigman, propietario de la factoría bonaerense, se desmarcó públicamente de los retrasos y achacó el cuello de botella a su socio mexicano.

Liomont aseguró a EL PAÍS que sí contaba con los insumos y que la vacuna estaba en marcha. El laboratorio defendió que hasta marzo no recibió la licencia y el permiso de manufactura. El plan original, confirmado por Ebrard, suponía que las vacunas comenzarían a entregarse en abril. El plazo se había calculado a partir de que el envasado, como informaron las autoridades, empezó en marzo y después inició un periodo de pruebas y certificaciones para garantizar los estándares de producción de la vacuna con una duración prevista de cuatro semanas.

Este lunes, tras anunciar la noticia de las primeras dosis producidas, el secretario de Relaciones Exteriores ha salido a defender al laboratorio mexicano: “El proceso de llenado y envasado final es complejo y tiene muchos requerimientos de calidad. Es un logro importante de Liomont y COFEPRIS haberlo resuelto satisfactoriamente”.

Fuente: EL PAIS