Origen del Día de las Madres.

La celebración de la maternidad está presente en prácticamente todas las civilizaciones de la historia. El Día de la Madre se festejaba en la Antigua Grecia rindiendo honores a Rhea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades, entre otros.

En el siglo XVII, empezó a celebrarse un día (el cuarto domingo de Pascua) dedicado a honrar con flores y otras ofrendas a la Iglesia en la que cada uno había sido bautizado, la «Iglesia Madre». Un antecedente de lo que, hacia el año 1600, fue adquiriendo un significado más cercano al actual Día de la Madre. En esas fechas empezó a festejarse el denominado Domingo de las Madres, en la que los niños concurrían a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras. Además, como muchas personas servían a acaudalados señores, muchas veces lejos de sus hogares, el día era no laborable pero pagado.

No obstante, para encontrar la razón de ser de la actual fecha hay que remontarse a 1870 cuando, en Boston (EE.UU), la activista Julia Ward Howe organizó una gran manifestación pacífica y una celebración religiosa en la que invitó a todas las madres de familia que resultaron víctimas de la guerra de Secesión americana. Su éxito llevó a Anna Reeves Jarvis, ama de casa, a intentar dotar de oficialidad a este fecha a partir del año 1908 a través de una campaña a nivel nacional. La fecha elegida (el segundo domingo de mayo) respondió a la conmemoración de la muerte de su madre, hecho que marcó su vida y por el que, tomando como base la demanda de Howe, empezó a escribir a personalidades intelectuales influyentes de la época para que apoyaran su petición.

España se celebró el día dedicado a la maternidad coincidiendo con el 8 de diciembre que, según el santoral católico, es la fiesta de la Inmaculada Concepción. El Día de la Madre empezó a celebrarse en España el primer domingo de mayo, así como en Hungría, Lituania, Portugal o Sudáfrica, con el objeto de para separar las conmemoraciones y poner énfasis en el valor Mariano del mes de mayo, que es cuando cambian las flores y todo se renueva. La festividad anglosajona influyó decisivamente en esta nueva fecha.

En el resto del planeta está repartido a lo largo del año, aunque la fecha mayoritaria es la del segundo domingo de mayo. Panamá sigue fiel a la fecha de la Inmaculada Concepción.

En México, la celebración comenzó en 1922, según el investigador del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México.

Se escogió mayo por ser el mes consagrado a la Virgen y el 10 porque en aquella época en México se pagaba en las decenas, aunque otras fuentes sitúan el primer día de la madre mexicano en Oaxaca en 1913, cuando la esposa de un presbítero metodista encontró una revista donde se comentaba el festejo y decidió retomar la idea.

México fue el primer país latinoamericano en sumarse a esta conmemoración, y tal importancia adquirió la devoción a la madre que el 10 de mayo de 1949 se inauguró en la capital una gran escultura en honor a la madre.

En México se le da tanta importancia a este día que muchas oficinas de gobierno dan el día libre a las madres y a los hijos para que las festejen; en los colegios se realizan festivales.