Piña colada, mágica evocación del Caribe

Y es que, cuando hace calor y apetece algo fresco y estimulante, no hay nada mejor que una piña colada y dejarse llevar por la imaginación, se esté en Barinatxe o en una cala de Martinica. Cierto que en Larrabasterra no hay cocoteros, pero también que así se está a salvo de ser golpeado por la inoportuna caída de un coco. El caso es que tenemos al alcance de la mano creernos en el corazón del Caribe disfrutando de una refrescante piña colada; un sencillo cóctel que, como nos dice Yon Pavón, también podemos preparar con relativa facilidad en casa.

La piña colada es un cóctel originario de Puerto Rico que se hizo muy popular en los Estados Unidos de la década de los 50 del pasado siglo y se fue extendiendo por todo el mundo como una bandera del Caribe.

Hay diferentes versiones sobre quién fue el primero que creó el combinado, incluida una bastante poco creíble que o atribuye a un corsario de nombre Roberto Cofresí y Ramírez de Arellano, que con ese apellido podría ser perfectamente de madre navarro-alavesa. Dicen que preparaba la bebida para subir la moral y dar energía a su tripulación. ¡Al abordaje!

Leyendas de piratas del Caribe al margen, parece ser que el padre del combinado fue Ramón Marrero Pérez, Monchito, que en 1954 trabajaba en el Beachcomber Bar del Hotel Caribe Hilton, en San Juan de Puerto Rico.

El 16 de agosto de aquel año, su jefe le habría pedido que preparara una bebida especial con el fin de atraer a los turistas. Fue entonces cuando Monchito mezcló crema de coco, zumo de piña y ron. Eso sí, no puso nombre a su cóctel, que no fue conocido como piña colada hasta varios años más tarde.

El Caribe Hilton, primer hotel de lujo de la zona, era frecuentado por ricos y famosos estadounidenses, que fueron quienes comenzaron a extender la fama del nuevo cóctel.
Monchito Marrero dispone de un certificado que le atribuye la creación del combinado; sin embargo, en el restaurante Barrachina, del Viejo San Juan, también aseguran con orgullo que la primera piña colada se hizo allí, de la mano de su bartender Ramón Portas Mingot. Curiosamente, ambos coinciden en el nombre.

A pesar de que Puerto Rico haya sido la cuna de la piña colada, Yon Pavón afirma que la mejor que él ha probado jamás fue en Cuba. Y habla con conocimiento de causa, porque sin ser pirata ha recorrido casi todas las islas del mar Caribe y sabe de rones más que el capitán Henry Morgan.

«Viajaba un día en coche de La Habana a Varadero con Rafa Male -nos cuenta-, que es el presidente de los Cantineros de Cuba, y me dijo que me iba a enseñar un lugar que me encantaría. Según íbamos por la carretera paramos en algo así como un restop. Era una especie de cabaña o algo parecido, de esas con techo de hojas de palmera. Dentro había una barra y poco más, pero las paredes estaban repletas de fotos de todos los famosos que han ido pasando por allí; y eran muchos. En ese peculiar lugar fue donde he disfrutado de la mejor piña colada de mi vida»..

A comienzos de noviembre, Yon Pavón regresará a Cuba, donde, en Varadero, entre los días 4 y 9, se celebrará el Campeonato Mundial de Coctelería de la Asociación Internacional de Bartenders. Pavón es miembro honorario de los Cantineros de Cuba.

Como ocurre con todo, también en tema de preparación de cócteles lo importante es la mano. Aun así, Yon Pavón nos asegura, en su Patricio Bar de Lasarte, que hacer una piña colada no tiene, en principio, misterio alguno.

Preparación

Se trata de mezclar 4 cl de crema de coco, 6 cl de zumo de piña fresco, 3 cl de ron blanco y hielo pilé o triturado. La mezcla puede hacerse en una batidora de vaso o en coctelera, agitando vigorosamente.

Se trata de obtener una masa homogénea y suave, sedosa que verteremos en una copa de cóctel tipo hurricane -huracán- o en vaso largo, long drink, y decoraremos con piña y una guinda. La fragancia que emana al verterlo en la copa ya nos transporta directamente al Caribe.

Para dar más exotismo a la bebida, se puede presentar en la propia piña vaciada, con sombrillita y paja.

La piña colada no es una bebida que tenga necesariamente que ser alcohólica. Si nos gusta el combinado de dos rombos pero lo queremos para todos los públicos es suficiente con no incorporar ron y aumentar, al gusto, la cantidad de zumo.

Este domingo 10 de julio se celebra en Puerto Rico su Día Nacional de la Piña Colada. Es una excusa perfecta para pedir el cóctel y, sin salir de Euskal Herria, caminar a placer sobre las cálidas arenas de la costa caribeña cantando “Escape”, aquel éxito de Rupert Holms de 1979:

«Si te gusta la Piña colada y perderte en la lluvia,
y la sensación del océano y el sabor del champagne;
si te gusta hacer el amor a media noche, en las dunas de un cabo.. Tú eres el amor que he estado buscando; ven conmigo y escapémonos».