¿Qué comen las pirañas? Datos curiosos sobre estos animales
Las pirañas son una de las especies de peces más antiguas que habitan en el planeta Tierra. Hay evidencias fósiles de su existencia desde hace 25 millones de años. Son de pequeño tamaño, con una cabeza de gran tamaño en proporción a su cuerpo, y en la edad adulta miden entre 20 y 38 centímetros de largo, según la especie.
Sólo viven en ríos y arroyos de agua dulce, sobre todo en la cuenca del Amazonas. Se dice que son muy peligrosas porque atacan a los humanos, pero lo cierto es que sólo lo hacen cuando se encuentran amenazadas o tienen mucha hambre.
La gran mayoría de pirañas son omnívoras y sus principales fuentes de alimentación son: semillas, plantas acuáticas, plancton, crustáceos, insectos, reptiles… Siempre hemos oído decir que son capaces de comerse personas, pero se trata de un mito. En realidad sólo comen mamíferos de tamaño grande cuanto están muertos.
Por raro que parezca, hay algunas especies de pirañas que son vegetarianas. En la Amazonia brasileña hay una que come única y exclusivamente hierbajos y juncos de río.
Las pirañas buscan alimento en grupo. Lo que hacen es esperar a que sus presas pasen por el agua. Cuando lo hacen, la siguen y, cuando encuentran el momento oportuno, la atacan todas a la vez y la devoran en cuestión de segundos o minutos.
Una de las principales características que define a las pirañas son los afilados dientes con los que destroza a sus presas. Tienen una forma muy similar a los dientes de los tiburones, y lo más interesante es que pueden ser reemplazados en repetidas ocasiones a lo largo de su vida.
Aunque las pirañas no son tan agresivas como hemos visto en las películas de Hollywood, es cierto que sus mordidas son extremadamente intensas. Una mordida puede alcanzar los 32 kilos, lo que equivale a tres veces su peso corporal. Según investigaciones recientes, en el pasado las pirañas mordían a sus presas con mucha más intensidad que en la actualidad, aunque es cierto que en la antigüedad también eran más grandes.
En lo que respecta a la reproducción de las pirañas, el apareamiento tiene lugar entre los meses de mayo y junio. Una vez finalizada la cópula, el macho se encarga de preparar el nido y, cuando la hembra está preparada, deposita los huevos fertilizados en él. Una vez depositados, el macho los vigila y los protege.