Récord de remesas hacia América Latina y el Caribe
Las remesas que millones de migrantes enviaron a los países de América Latina y el Caribe alcanzaron a 68 000 millones de dólares en el primer semestre de 2022, lo que apunta a un nuevo récord este año, según datos en poder del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En 2021 la región recibió en remesas 127 600 millones de dólares, y ya esa cifra, 26 % más alta que la del año precedente, representaba un máximo en lo que va de siglo.
Durante el primer trimestre de 2022 fluyeron a la región 31 678 millones de dólares, 14 % más que en el mismo lapso de 2021, y en el segundo alcanzaron a 36 325 millones, 17 % más que en el período correspondiente del año anterior.
Esas cifras expresarían la resiliencia de los migrantes y de sus familias al cabo de más de dos años de pandemia y del impacto crítico de la guerra en Ucrania sobre las economías de los países que han recibido los flujos migratorios.
En contrapartida, ese crecimiento de las remesas también muestra una dependencia de cada vez más familias latinoamericanas y caribeñas del trabajo de sus parientes en el extranjero y no del crecimiento de las economías de la región.
En muchos casos, el dinero que envían los migrantes a sus familias es el aporte principal y en ocasiones prácticamente el único para el mantenimiento de sus parientes, y la mejor opción para ahorrar en vista del debilitamiento de las monedas locales frente a las principales divisas.
Otra razón para el incremento de las remesas es que aumenta el flujo de migrantes de la región hacia plazas de América del Norte, y pasaron de siete millones al promediar la primera década del siglo a casi 15 millones al concluir la segunda.
En 2021 las remesas que más crecieron fueron las dirigidas a Argentina y Brasil, 32 y 16 %, respectivamente, además de Nicaragua, donde el aumento se cifró en 39 %.
En el caso de Argentina, el incremento atiende a razones como la devaluación del peso, lo que estimula a las familias a buscar recursos en divisas con sus parientes.
En los de Nicaragua y Brasil puede deberse a un mayor número de migrantes que han recibido permisos de residencia en América del Norte.
Expertos que monitorean el tema desde el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos consideran que ante la situación económica de sus países los migrantes de naciones como Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y República Dominicana incrementaron los montos de las remesas que despachan.
Ese incremento de las remesas se asemeja al que experimentan otras regiones del mundo, y el Banco Mundial ha registrado incrementos, en 2021, de 9,7 % en Oriente Medio y Norte de África, 8,0 % en el sur de Asia, 6,2 % en África subsahariana y 5,5 % en Europa y Asia central, por ejemplo.
El Banco Mundial prevé que los flujos de remesas con destino a los países de ingreso bajo y mediano en todo el globo aumentarán 4,2 % este año –cuando ya habían crecido 8,6 % en 2021- y llegarán a 630 000 millones de dólares.
El organismo espera que las remesas hacia Ucrania, el mayor receptor de la región Europa y Asia central, aumenten más de 20 % en 2022, mientras que caerán en muchos países de Asia central cuya fuente principal es Rusia.