Recuperación del empleo pierde fuerza en Latinoamérica y el Caribe
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que la tendencia en los mercados laborales en América Latina y el Caribe durante los próximos meses presenta “un futuro complejo e incierto”.
El organismo afirma que, si bien han mejorado los indicadores, aún se siente el “impacto devastador” del COVID-19 en el empleo y los ingresos en la región.
Hasta “el primer trimestre de 2022, la tasa de desocupación es de 7,9%, la tasa de ocupación de 57,2% y la tasa de participación en la fuerza de trabajo, de 62,1%”, dijo Claudia Coenjaerts, directora regional interina de OIT América Latina y el Caribe, en rueda de prensa esta semana.
Según el organismo, la baja en el crecimiento económico regional y los efectos de la crisis global también inciden en que se frene la recuperación del empleo.
Una de las preocupaciones radica en que no existe uniformidad en las tendencias que registran los distintos países.
“No solo hay países que no han recuperado sus volúmenes de ocupación, sino que además, en este contexto de ralentización, aquellos logros que teníamos hacia fines del año pasado pueden revertirse”, explicó Roxana Maurizio, especialista regional en economía laboral de OIT, también presente en la rueda de prensa, organizada en Lima.
La OIT explicó que la recuperación del empleo va de la mano con las proyecciones macroeconómicas para la región. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el crecimiento se proyecta en un 2,7% hacia finales de este año.
“Todavía hay fuerza de trabajo que no volvió, justamente, a la participación económica y que, por lo tanto, esas personas, que todavía están fuera de la fuerza de trabajo, podrían generar incrementos a la tasa de desocupación”, recalcó Maurizio.
El organismo internacional expresó una preocupación adicional: la informalidad laboral ha liderado la recuperación del empleo: entre el 50% y el 80% en el período comprendido entre el tercer trimestre de 2021 y el primero de 2022.