Ruta gastronómica por Centroamérica y el Caribe para dar la bienvenida a Vive Latino Zaragoza
México es la cuna del festival Vive Latino, el país cuya impronta musical ha tenido más protagonismo desde que vio la luz en 1998. Desde 2010, además, la comida mexicana es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Esta cita musical, que los días 2 y 3 de septiembre se celebra en Zaragoza, es una buena excusa para conocer la gastronomía de este país que se ofrece en la capital aragonesa. Hay bastante donde elegir, pero, además, el espíritu de diversidad de Vive Latino invita a acercarse a otras culturas culinarias cercanas como las de Nicaragua o Cuba y la República Dominicana, en el Caribe.
En una discreta calle del barrio de Delicias está Bravo Café (c/ Tarragona, 12). Claudia Sigala ha trasladado a su pequeña cocina toda la experiencia en los fogones acumulada en México. La tradición familiar es su principal recetario. El guacamole de su madre es el que sirve a la mesa. Sin duda, uno de los ´platillos` más logrados.
Una buena forma de abrir boca son las cremosas (queso cheddar y jalapeños). Pican lo justo para estimular los jugos gástricos. En general, el picante está dosificado y los más valientes tienen la opción de incrementar la dosis con las salsas que se sirven en la mesa.
Las quesadillas de champiñón y pollo, y las gringas de carnitas se elaboran con harina de trigo. En formato cilíndrico se presentan las flautas (pollo, cilantro, chile chipotle y cebolla), y con harina de maíz se preparan los tacos. Los de carnitas y de camarones rebozados están muy logrados. Una de las últimas incorporaciones ha sido la sopa azteca, que se toma durante todo el año.
En Distrito México (c/ José Pellicer Ossau, 1) se come como en los mercados callejeros de la capital azteca. Su propuesta se asemeja a una antojería, un local de tapas donde degustar en pequeño formato los argumentos gastronómicos más populares como si fueran antojos.
Las tostadas, elaboradas con tortilla de maíz, se fríen y quedan crujientes. En este establecimiento triunfa la de pulpo. En cuanto a los tacos, el de pastor es el típico de Ciudad de México, con carne de cerdo marinada con un toque final de plancha y piña. También los hay de pescado y de ternera.
La tercera propuesta mexicana es La Quebradora (c/ de la Princesa, 3). La carta ofrece un correcto equilibrio entre la comida tex mex (nacida de la fusión de la mexicana y la texana) y fieles propuestas del país centroamericano. De esta forma, los nachos, las quesadillas o los jalapeños son los argumentos más conocidos y demandados, representativos de la cocina de fusión antes reseñada.
En otro territorio entramos a la hora de descubrir los tacos (carne a la plancha con queso), burritos (diferentes guisos de carne con frijoles) y fajitas (carne salteada con varias especias y condimentos).
Valió la pena (c/ Conde Aranda, 30) es la propuesta de comida tradicional nicaragüense más auténtica de Zaragoza. En este negocio familiar se pueden degustar raciones de gallopinto (arroz y frijoles revueltos) o de caballo bayo, que incluye carne de res, cerdo, chicharrones, yuca, tortillas, tajadas de plátano, queso, arroz, frijoles, aguacate y ensalada. Un plato combinado en toda regla.
La gastronomía cubana encuentra en la capital aragonesa su mejor expresión en El Paladar (c/ Pilar Lorengar, 28). Entre sus propuestas destaca el menú cubano (arroz congrí, yuca, mariquitas y pierna de cerdo asada). Otras recetas interesantes son las frituras de malanga y los calamares a la habanera. Y entre los platos de la carta también hay viandas para los vegetarianos, que incluyen yuca cocida, boniato asado y malanga. A la mesa se presentan con mojo cubano.
A buen seguro que el trío dominicano Mula hace las delicias de muchos seguidores en el festival Vive Latino. Para acercarse a la gastronomía de este país en Zaragoza, nada mejor que visitar El Salto Ángel (avenida de Madrid, 152).
Sus propietarias han apostado por adaptar su picoteo a la cocina que mejor conocen: la venezolana, callejera e informal. Tienen raíces dominicanas, así que han incorporado algunas propuestas con sabor caribeño. Uno de los productos estrella son los tequeños, altamente recomendables por el queso especial y la salsa casera. Tampoco pueden faltar una buena empanada y una ensalada colorista con mucha presencia de fruta tropical.
Entre las arepas, la reina pepiada (pollo, aguacate, mayonesa y cebolla) es la más popular, pero también se pueden pedir con carne mechada o molida, bacón, salchicha en salsa rosa, vegetariana o vegana, e ir incorporando ingredientes al gusto de cada cliente.
La receta de pica pollo dominicano es la que más llama la atención de la gastronomía de este país. Su secreto está en el marinado con especias y, a veces, con cerveza. La carne queda muy jugosa tras rebozarla con harina y huevo, y freírla. El plátano frito (patacones) es la guarnición que se recomienda para acompañar este plato.