Una copa de vino ayuda a mantener a raya el nivel de azúcar en la sangre.

Si quieres mantener bajo control tu nivel de azúcar en la sangre cuando disfrutas de una cena rica en carbohidratos, como un plato de pasta, toma nota de este importante dato.

De acuerdo con un estudio reciente, beber una copa de 4 onzas (½ taza) de vino blanco con la cena puede reducir en un 37 por ciento el aumento de azúcar en la sangre que ocurre al comer un plato cargado de carbohidratos.

Esto disminuye el riesgo de padecer de diabetes (hasta en un 42 por ciento). ¿Por qué? Porque el alcohol hace más lenta la absorción de los carbohidratos y eleva la sensibilidad a la insulina, dicen los investigadores.

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