Tzin Tzun, un viaje fantástico por la cultura michoacana

Continúa en el teatro Matamoros la temporada del espectáculo Tzin Tzun, historias de princesas y colibríes, donde se ensalza a la cultura michoacana. Más que teatral, es un espectáculo dancístico en un gran porcentaje. Es el viaje fantástico que inicia un campesino, que deriva en mostrar algunos rasgos de la cultura michoacana. La historia inicia con un personaje que bien podría ser Dionisio Pulido, aquel campesino que en 1943, fue testigo del nacimiento del gran Paricutín. El hombre entra en un profundo sueño donde encuentra a personajes mitológicos, históricos y simbólicos, que entre danzas y música, se van mostrando. A lo largo de 20 escenas, una de ellas, la 18, dividida en sub escenas, los 32 artistas que participan, van apareciendo en escena; y entre acrobacias, danzas, música, proyecciones y tiempos, se van mostrando para nutrir el espectáculo. La música, pensada para Tzin Tzun, cumple esa función atmosférica, aunque quizá en algunas ocasiones, puede resultar fuerte, tanto que llega a opacar a los cantantes de ópera y a algunos instrumentos como el violoncello. Antes del intermedio, se presenta una serie de escena relacionadas con la llamada conquista española (guardando la terminología histórica), la cual resulta tener el mayor dramatismo por las imágenes y por la actuación; realmente es la parte más teatral de este espectáculo escénico. Hay, a la mitad del show, una pausa de 20 minutos para que los asistentes puedan ir por algún snack o alguna bebida. El problema es que dentro del Matamoros no hay ningún lugar para esto, pese a que así lo anuncia el sonido local, por lo que hay que salir, con el riesgo de tardarse un poco más y que no lo dejen entrar a la función, habrá que tomarlo en cuenta.

Fuente: QUADRATIN