Una nueva marea gigante de sargazo amenaza el Caribe mexicano

Las algas llegarán a los ecosistemas de Quintana Roo en mayores cantidades que en 2019, según la Universidad del Sur de Florida

Desde 2014 el sargazo se ha convertido en el invitado incómodo de las playas y costas de Quintana Roo. Una inmensa y espesa marea marrón de algas que debido al cambio climático y a la eutrofización de los océanos, prolifera en el agua y llega a las costas de varios países del Caribe. Cada año el problema del sargazo empaña la belleza de sol y playa que ofrecen algunos de los destinos más visitados de México y afecta no solo al turismo, estudios científicos han demostrado que su descomposición impacta en los ecosistemas, impide que se filtre la luz al agua y contiene una notable cantidad de metales pesados y bacterias peligrosas como vibrios. “El sargazo es un ejemplo de lo que el cambio climático puede hacer al planeta”, afirma la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Rosa Elisa Rodríguez.

Varias universidades, entre ellas la del Sur de Florida y la UNAM, activaron programas para monitorizar el crecimiento de estas mareas de macroalgas sobre las que todavía hay más preguntas que respuestas y que se mantiene a lo largo de los años con mayor o menor intensidad desde las costas de Brasil hasta el Caribe. De acuerdo a su último reporte, la universidad estadounidense estima que este 2021 podría ser uno de los años en los que más cantidad de algas lleguen, con niveles superiores a los que se dieron en 2019, cuando solo de mayo a julio se recogieron 38.892 toneladas de algas, de acuerdo con la Secretaría de Marina. “Tanto el este como el oeste del Caribe probablemente experimentarán cantidades crecientes de sargazo entre mayo y julio de 2021 (…) Esta situación puede continuar en el golfo de México durante el verano y es probable que la intensidad de la floración sea más alta que en 2019″, señala el informe.

Ante las demandas de los hoteleros, los que más han limpiado las playas para conservar el turismo que da de comer a millones de familias en Quintana Roo, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador encargó la tarea de la recogida del sargazo a la Marina y se creó el Sistema de Monitoreo del Sargazo Recolectado (Simsar). La medida busca sistematizar la información y mejorar el aprovechamiento del alga una vez recogida. Actualmente la estrategia gubernamental cuenta con 289 elementos que se encargan de las labores de limpieza, 12 barcos sargaceros y 4,2 kilómetros de barreras para impedir que el sargazo llegue a algunas de las playas emblemáticas, como Tulum o Playa del Carmen. Una lucha titánica e insuficiente si se contempla que Quintana Roo tiene 800 kilómetros de costa y la marea marrón trae miles de toneladas nuevas cada día.

De acuerdo con cifras de 2019, mantener limpia una playa privada le cuesta a un complejo de lujo como el hotel Zoetry, en Cancún, 350.000 dólares al año. La pandemia por la covid-19 sumó un problema adicional a la industria del turismo y la hostelería en el Estado, que vivió un desplome en la llegada de viajeros. Ahora que parece levantar cabeza, el nerviosismo vuelve al sector por la llegada masiva de sargazo. “Es posible que aumente, pero de momento no hay previsión de que tengamos un panorama como en años anteriores”, asegura la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas. “No estamos preocupados de tener un escenario similar. Hay mucha mejor tecnología y respuesta por parte de las empresas hoteleras”, señala Vanegas en entrevista con este diario.

Los investigadores no son tan optimistas y hacen un llamado a aumentar los recursos no solo para retirar las algas, sino para procesarlas adecuadamente y evitar que contaminen el subsuelo cuando se desechan. “No hay recursos, no hay un programa nacional o estatal para atacar el sargazo. Aunque es un problema que compete a la Federación, está preocupada de otras cosas”, señala Rosa Elisa Rodríguez.

Fuente: EL PAÍS